Capitulo 5

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Derek se apresuro a la que era su pequeña casa. Tenía que evitar a sus vecinos. Cada vez que se los encontraba siempre se ponían a contar muchas historias que lo hacían perder su tarde de relajación por quedarse con ellos.

Quería rechazarlos pero le era imposible hacerlo, le recordaban a sus abuelos y no podía hacerle eso a ellos, por lo que callo y acepto la invitación que le hacían cada que los veía.

Lastima que hoy no era su día de suerte, al llegar a su puerta escucho como era llamado por su nombre.

"¡Derek!". Any gritaba desde la puerta de su propia casa. "¡Tengo algo para ti!".

"Tomaré un baño y voy a verla después, señora Any". Le dijo Derek volteando a verla.

"Será rápido, cariño. Solo tomara unos minutos, así podrás tomar tu baño más relajado y por más tiempo". Insistió Any haciendo gestos con las manos para que se acerca.

Derek gruño un poco pero trato de que la señora Any no lo viera hacerlo. Camino hasta la otra casa en silencio, Any lo recibió con una sonrisa haciendo que entre y cerrando la puerta.

"Tengo un pie de manzana y una historia para ti". Comento la señora Any con la sonrisa más grande que tenía.

"Dijo que sería rápido y tomaría unos minutos". Le recordó Derek en vano, ya la estaba empezando a conocer y sabía que Any siempre se salía con la suya.

"No le creas nada a esa mujer. Siempre anda diciendo mentiras. Dice que prepara tu pie de piña favorito y te sale con uno de manzana". Llegó renegando el señor Bob, salía de la única habitación de la pequeña casa.

"No le hagas caso a ese cascarrabias". Dijo Any llendo a la cocina de concepto abierto que se unía a su sala de estar. "Está molesto por qué se acabaron las piñas y tuve que hacer el postre de manzana. Y te lo voy a dar a ti, cariño, para que lo disfrutes. Yo no soy de andar desperdiciando la comida, por eso mejor te lo comes tu".

Bob soltó un bufido pero no dijo nada, se veía indignado. Derek no pudo evitar sonreír, esos dos eran todo un caso, o mejor dicho todo un caos.

"Gracias por pensar en mi, señora Any". Dijo Derek acercándose a ella que ya le extendía una fuente con el pie de manzana.

"No hay de que, niño". Respondió ella risueña. "¿Te quedas para la historia?".

Derek estaba apunto de negarse, pensaba en cualquier escusa para salirse con la suya y así podría irse a su pequeña casa pero Bob lo interrumpió.

"Ya dejalo ir, mujer". Dijo Bob acercándose a ellos en la cocina. "¿Porque un joven se quedaría a escuchar viejas historia de sirenas? Ellos piensas que son mitos, no creen en nada que no sea probado por la ciencia. Mejor deja que vaya a descansar, a estado pescando ayer y hoy".

Derek lo miro sorprendido. ¿En la isla había historias de sirenas?. Eso decía mucho de su situación. Él no se estaba volviendo loco. Si los habitantes de esa isla habían visto a sirenas en el pasado demostraba que él no estaba perdiendo la cabeza y que ese pequeño tritón de belleza impresionante si existía.

"Eso lo decide el muchacho no tu". Dijo la señora Any cruzando sus brazos, se veía graciosa y Derek por fin les presto atención al par después de salir de sus pensamientos.

"Quisiera saber sobre esa historia". Comento Derek algo incómodo. Si no hubiera conocido al hermoso tritón se hubiese reído y evitado el tema, pero aquí estaba. Avergonzado y con ganas de saber más.

"¿Por que querrías saber sobre la historia?". Lo miro desconfiado Bob.

Derek no entendió el cambio de actitud del hombre mayor. Ahora estaba a la defensiva. Any se dió cuenta y decidió intervenir.

¡Un Tritón! [ Sterek ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora