⩉ 𖥻 ִ ۫ ּ 𝐍𝐞𝐤𝐨 𝐂𝐨𝐫𝐩𝐨𝐫𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧﹗ 㚼 🍎 𓂃 𖣯

☆: ! ! › 🥛 𝟎𝟎𝟒.

MinGyu se sentó con pereza en el sofá, dejando que el idiota de Vonon -como le gustaba llamarlo- se sentara justo a su lado. No era que no amara a Vernon, de hecho, era su amistad más cercana junto con SeoKmin y no sabía que haría sin ese par, ellos eran los únicos que podían comprenderlo en su totalidad y que le abrieron las puertas de su casa cuando todos sus demás "amigos" le dieron la espalda.

No, así que no era eso, pero, ¿Por qué llegar justo cuando estaba tan entretenido con su gatito? ¿Suyo? Sí, ya, suyo.

Después de descubrir y aceptar esa atracción magnética que tenía por aquel minino, no le costó mucho decidir que cuando pudiera, hablaría con Wonwoo y le pediría que no se vaya, que se quede en su casa a vivir con él; al fin y al cabo, MinGyu podía cuidarlos a ambos, y sería como su novio, si es que se le puede llamar novio a un chico con orejitas y cola que no sabe decir más que cuatro o cinco palabras.

—Oh, que feliz te ves de verme, poste. —Sonrió Vernon, molestando a MinGyu como sólo a él le gustaba hacerlo. —¿Te arruiné una conquista o algo así?

—No, Vonon. —Gruñó MinGyu, tirando su cabeza hacia atrás en el respaldar del sofá, cerrando sus ojos, soltando un aburrido suspiro de resignación.

—¿Entonces?

Cuando MinGyu pensaba responder, a lo lejos se escuchó un pequeño maullido junto con unos pasitos que lentamente bajaban las escaleras de la casa. MinGyu se estiró casi al instante, observando tiernamente como Wonwoo bajaba, pegando sus manos a la pared para tener más cuidado, y estaba en una especie de posición defensiva, mirando fijamente al intruso, o mejor dicho a Hansol.

Chwe también volteó, pensando que quizás su mejor amigo había descubierto que ser soltero no era tan malo y que ya se iba quedar así toda la vida, se había comprado un gato, pero lo que vio le respondió completamente. Era un chico, no cualquier chico; él era de esos juguetes sexuales que salieron a la venta hace cierto tiempo. ¿Cómo no recordarlo? Si incluso él cuestionó su sexualidad por completo ahora mismo.

—¿Qué...?

Vernon no sabía bien qué decir, volteó su cabeza hacia MinGyu y éste le dio una mirada de reproche, indicándole que se callara, y más porque Vernon era del tipo de persona que habla mucho. MinGyu se levantó del sofá y caminó hasta el minino, mientras el pelinegro de su amigo lo observaba sin poder creerlo. ¿MinGyu se había follado a ese gato? Porque el minino apenas traía una playera puesta y definitivamente se la había visto puesta a su amigo algunas veces.

Por su parte, Wonwoo estaba igual o más confundido que Vernon, él no era bueno con las personas, siempre le habían dado miedo, pero esto se debía únicamente a la gran cantidad de cosas que le habían hecho a él y a sus demás amigos de donde venía; así que con el tiempo había descubierto que los humanos eran malos. Pero MinGyu era diferente, MinGyu era un rayo de luz para Wonwoo, él amaba a MinGyu, por raro que suene, ese instinto animal hacía que su corazón agradecido sienta ganas de quedarse con MinGyu, la única persona que le abrió las puertas de su casa y lo alimentó, además de que hace que se sienta muy bonito cuando lo besa o cuando toca su cuerpo de esa manera.

—Hola, amor. ¿Estás bien?—Kim envolvió en un protector abrazó a Wonwoo y éste asintió con la cabeza, abrazándolo también, empezando a ronronear contra su pecho, causándole a MinGyu una agradable sonrisa. —Ven, tengo que presentarte a alguien, ¿De acuerdo?—Intentó romper el abrazo para guiar al menor, pero éste lo abrazó más fuerte, demostrando que no se quería mover de ahí.

Otro pequeño maullido escapó de sus labios y subió la vista para mirar a MinGyu a los ojos, negando lentamente con la cabeza. MinGyu en aquel instante comenzó a debatirse entre qué era más tierno, si la carita del gato con botas en esa rara película de Shrek, o el rostro de Wonwoo en ese momento. Y como antes, no le costó tanto decidir.