Capítulo 9

683 94 6
                                    

Algo de lo que me había percatado es sobre el conflicto de la aldea hacía los Uchihas.

Incluso, a pesar de que le agradaba a Mikoto y también le gustaba que fuera a visitarla para que Naruto estuviera jugando junto a su hijo. Podía notar su preocupación en nuestras visitas.

Era como si no pudiera estar del todo relajada, y la entendía porque igualmente así me sentía al estar siendo vigilado por distintos ninjas cada que me encontraba con los Uchihas.

Y sí, para colmo sólo aparecían cuando me encontraba cerca de ellos.

Sin duda a ellos igualmente los mantenían vigilados, pero creo que es debido a mi presencia junto con la de Naruto que aumentaron sus precauciones.

Me sentía un poco mal por ello, no quería llegar a incomodarlos y complicarles la situación cuando sólo me deseaba pasar un tiempo de tranquilidad y conocerlos más.

Debía buscar una manera de solucionar el problema,  ¿Cómo hacerlo sin tener pistas que delaten a Danzo? Esto será un dolor de cabeza teniendo en cuenta que sólo soy un nuevo residente.

Exponer conocimientos de los cuales no debería tener idea alguna sólo me llevarían convertirme en el enemigo de Konoha. Y ser testigo de tortura de Ibiki en carne propia... No es algo que realmente me gustaría experimentar.

Dejando de lado aquellos pensamientos fui con Naruto a entregarle su biberón pues ya era su hora de comer. Lo bueno es que no era tan difícil cuidarlo, aunque había momentos en los cuales sí hacía berrinches, pero no duraban mucho tiempo.

Había oído que el cuidado de un bebé era algo complicado y agotador y ya me había preparado mentalmente para eso, vaya sorpresa la mía por el hecho de que incluso podía dormir durante las noches cuando hasta la madre de Sasuke me había comentado que solía despertarse en la madrugada cuando su hijo se ponía a llorar.

Creo que me tiene cierta envidia por lo bien que Naruto se comporta y que a su vista mi cara siempre parece estar radiante y sin indicios de estar cansado.

No puedo negar que hasta cierto punto he llegado a pensar me entregaron a un Naruto roto, digo se supone que es un bebé y conociéndo su personalidad debería ser más difícil para mí el cuidarlo.

Claramente no me puedo quejar de ello, es mejor para mí si puedo descansar y tener tiempo para mí cuando él toma sus siestas. Simplemente se me hace raro que sea más tranquilo de lo que me había imaginado en un inicio.

A menos que conforme crezca su actitud se vea reflejada. Bueno tal vez eso tenga sentido, soy padre primerizo después de todo, qué mejor para mí si en su etapa de bebé se porta bien.

Estaba jugando con Naruto alzándolo al aire y atrapándolo cuando la gravedad hacía su trabajo, era algo que mi padre hacía conmigo cuando era niño

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estaba jugando con Naruto alzándolo al aire y atrapándolo cuando la gravedad hacía su trabajo, era algo que mi padre hacía conmigo cuando era niño. No debería ser diferente incluso si se hace ahora con un bebé ¿cierto?

Después de todo mi pequeño se reía y eso es más que suficiente para mí, no debería de ser problema alguno.

Antes de volver a elevarlo, Azura apareció a mi derecha. Agradecía el tener bien sosteniendo en mis brazos a Naruto por gran susto que me llevé en ese preciso instante.

No tardé en recomponerme tratando de ocultar mi sorpresa, tal vez debería de aprender un poco de los Uchihas a cómo mantener esa cara fría y seria, al final de cuentas los adultos de ese clan siempre parecen ser imperturbables ante cualquier situa...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No tardé en recomponerme tratando de ocultar mi sorpresa, tal vez debería de aprender un poco de los Uchihas a cómo mantener esa cara fría y seria, al final de cuentas los adultos de ese clan siempre parecen ser imperturbables ante cualquier situación; sólo Mikoto es la excepción ella es un amor de persona.

El brillo en los ojos de Naruto no fue algo que pasé por desapercibido, lo ví levantar su pequeña mano como tratando de tocarlo más la distancia entre ambos era más grande de lo que mi pequeño calculó terminando por sentir únicamente el suave viento formado por el aleteo de la criatura.

"Se encuentra solo." Estaba nuevamente pasmado al escuchar su voz, aunque debía suponer que diría algo parecido al presentarse a mi lado sin previo aviso.

Agradecí su trabajo y entré a la casa con Naruto en mis brazos quién se había mantenido callado todo este tiempo, por un momento había pensado que se encontraba dormido más al bajar la vista, este mantenía sus ojos puestos en mí.

"Luego podrás jugar con Azura, ahorita tenemos que hacer algo más importante." Le aseguré mientras acariciaba su pelo.

Y sin razón aparente alguna, creí haberlo visto asentir como respuesta a lo que dije más con lo descabellado que era aquel pensamiento lo ignoré.

Es sólo un bebé después de todo y a por lo que he visto y escuchado de otros padres, los bebés no pueden controlar los movimientos de sus cuerpos.

Father | Rayito X Naruto HaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora