Father | Rayito X Naruto Harem

Capítulo 6

Convocando nuevamente a los clones la casa no tardó en estar nuevamente arreglada, obviamente no sin antes colocar un sello que anulaba el ruido en la habitación de Naruto así él pudiera seguir descansando sin problema alguno.

"Deseo tener un estanque con cascada en el jardín que cuente con los distintos tipos de peces Koi puros y que estén protegidos para que únicamente el clan Kawaei sean capaces de sacarlos del agua."

"Bien, si me llegase a terminar el dinero antes que comience el siguiente mes cosa que dudo, podré vender los peces a un gran precio jeje." Miré con orgullo el estanque. "Si vamos a vivir como la nobleza hay que vivir bien... jojo las visitas se quedarán impresionadas."

Analizando mi situación ni siquiera me es necesario trabajar para poder subsistir y ahora este cuerpo si bien es el de un niño mi mentalidad no va acorde del todo, si a eso le agregamos que he estado trabajando durante más de 20 años un descanso no me vendría nada mal ahora que soy padre.

Bien está decidido, por ahora me enfocaré en cuidar únicamente de Naruto mientras recupero las energías gastadas de mi antiguo trabajo ya en un futuro pensaré si me enfocaré en ser un ninja o comience un negocio... claramente no es porque quiera andar de flojo.

Antes de entrar nuevamente a la mansión recordé sobre el personaje de Haku él podría entrar como la rama secundaria del clan, tiene un buen Kekkei Genkai sería bueno que se encargara de proteger a Naruto y en cambio le ofrecería una nueva familia a la cual pertenecer.

"Sería una pena que muriera Haku." Invoqué a un ave fénix. "En estos momentos Haku debe tener aproximadamente tres años así que quiero que lo busques en el País del Agua pertenece al clan Yuki, pero no sé si a estar alturas ya mataron a su madre y él se escapó o sigue viviendo con sus padres."

El fénix no tenía ese característico color rojo, en cambio era completamente azul y sus plumas brillaban mientras que al final de sus alas y cola se notaban leves flamas del mismo color. Azura no tardó en tomar vuelo luego de terminar de escuchar mis indicaciones, sin duda alguna su ser expresaba una grandeza y belleza sin igual en pleno vuelo.

Sin más pendientes que atender al día de hoy regresé con mi pequeño hijo, para este momento ya debería comenzar a despertar y probablemente tenga hambre por lo que será mejor apurarme a llegar a su lado.

Tal y como pensaba cuando llegó Azura me comentó que seguía con sus padres donde se veían los tres felices, lo complicado será saber cuándo Haku descubre su poder. ¿Debería mandar un fénix a revisar cada dos meses o será mejor esperar cada medio año?

En lo que pensaba al respecto, podía sentime vigilado más sabía que nadie se encontraba a un kilómetro a la redonda y ni siquiera me encontraba cerca de una ventana para que alguien pudiera divisar mis movimientos de lejos. Me quedé sentado contemplando la cuna en la que Naruto descansaba mientras trataba de descubir el porqué me sentía así.

Al notar que mis opciones se estaban agotando la sensación de ser observado se disipó lo que me recordó a último momento en Hiruzen y su Jutsu de Telescopio el cual le permite espiar a cualquiera si es que conoce su chakra más dudo que se haya aprendido el mío con tan solo verme una vez, en ese caso ¿es a Naruto? debe ser así ya que en el anime lo vigilaba mediante la bola de cristal.

Me pregunto si sería buena idea hacer que su jutsu no funcione en mi territorio no me agrada la sensación de sentirme vigilado ni que mi hijo lo sea igualmente, aunque en cierta forma puedo entender su preocupación más eso no quita que estamos hablado de propiedad privada si no me hubiera dado cuenta de ello y se llegase a enterar de mis habilidades sería un problema porque no quiero que tome tanto interés en mí y con ello llame la atención de Danzo, sólo me estaría entregando al peligro cosa que es lo que quiero evitar.

Ignorando por el momento esa cuestión cargué a Naruto para ambos salir a hacer un par de compras, será casi de noche pero creo que una que otra pequeña tienda debería estar sin cerrar.

Caminé por un buen rato hasta que por fin podría decirse que llegué a las típicas calles de Konoha más vistas dentro del anime, no por nada el anciano había dicho que era la más alejada de la aldea.

El ambiente era un tanto tranquilo puesto que no había mucha gente afuera, es probable que las personas que no sean ninjas no se queden en las calles tanto tiempo porque puede que los recuerdos del ataque del Zorro de las nueve colas los siga tormentando.

Más eso no impedía que las tiendas siguieran cerradas, con una mano me era suficiente para colocar en las bolsas frutas y el resto de la despensa que al terminar de pagar los guardaba dentro de la pequeña bolsa espacial justo cuando el vendedor se encontraba desprevenido para no tener que cargarlo con las manos.

Ya de regreso no esperaba toparme con Mikoto y sus hijos de los cuales Itachi me pareció aún más tierno de a como se veía en los capítulos.