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-¿Qué haces cuando te sientes mal?

-Te veo sonreír- contesta viendo el lago enfrente de ella.

-¿Y si algún día yo no puedo sonreír?

-Será mi turno de hacerte feliz- y por primera vez en la tarde me ve.

-Cariño tú ya me haces feliz- acuno sus mejillas entre mis manos.

-Supongo que ya estamos a mano- responde antes de borrar el espacio entre nosotros y formar un tierno y largo beso.

Escritos para ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora