Querido, Regresaste De La Muerte

Acto 2: Una solución esperanzadora

—Oye BaekHyun, sé que siempre te pregunto lo mismo, pero es que me muero de curiosidad— BaekHyun, quién se encontraba cocinando un postre para la cena, espero a que ChanYeol continuará. —Sé que hay algo que no me estás contando y quiero saber qué es, prometo no enojarme — 

BaekHyun soltó un suspiro —Ya te lo he dicho varias veces, mi amor. — volteó para verlo a la cara — te lo diré después de la boda, además no es algo sobre lo que debas preocuparte. —

—Está bien, pero prométeme que me lo contarás. — y siguiendo su tradición levantó el meñique esperando a que BaekHyun lo entrelasara con el suyo. 

BaekHyun solo sonrió y lo hizo — Te lo prometo por el meñique — 

Ahora parece ser, nunca cumplirá su promesa, pues nunca le dijo a ChanYeol que él era una bruja.

[...]

Se encontraban ya en otoño, las hojas estaban cambiando de color para después caer del árbol que había sido su hogar por un gran periodo de tiempo. BaekHyun se encontraba de regreso en su casa, acurrucado en sus sábanas mientras dormía después de pasarse toda la noche anterior llorando al ponerse a ver el álbum de fotos que ChanYeol y él se habían propuesto hacer el año pasado, añadiendo todas las fotos que tenían de sus primeros años de noviazgo, hasta su más reciente viaje en carretera. 

Ya habían pasado 5 meses desde la muerte de ChanYeol. Después de que lo acusaran de haber causado la muerte de ChanYeol, –cosa que técnicamente es cierta–, y de que se llevará a cabo su juicio, lo encontraron inocente, ya que las pruebas que se presentaron no eran suficientes para inculparlo, por lo que lo liberaron unos pocos días después.

Cuando quedó libre, lo primero que pensó fue regresar a su casa y así lo hizo. En el momento en que entró no pudo evitar la tristeza que le recorrió. Entró directo a lo que una vez había sido su habitación compartida con ChanYeol y se echó a llorar en cuanto toco la cama. Aún permanecía el aroma tan característico que tenía ChanYeol, un aroma que siempre lograba brindarle confort, por lo que abrazó las sábanas e intentó imaginarse que era ChanYeol quien lo estaba abrazando, logrando por fin, sumergirse en un profundo sueño.

Los días pasaron, BaekHyun se había sumido en una profunda depresión, no salía de casa, casi no comía y se la pasaba a oscuras dentro de su habitación. Todos los días tenía pesadillas que lo despertaban en la madrugada, pesadillas en donde la escena de la muerte de ChanYeol se repetía y ChanYeol lo veía con ojos acusadores para después decirle “es tú culpa, tú me mataste”. BaekHyun siempre se despertaba en ese momento, llorando y con la respiración agitada. 

También se había empezado a obsesionarse con la búsqueda de una manera para ver a ChanYeol de nuevo, ya había buscado en toda su colección de libros de hechicería, que había mantenido oculta de ChanYeol, pero no encontró nada que lo pudiera ayudar a cumplir su objetivo. Lo único que le quedaba era rendirse.

Los vecinos que lo llegaron a ver estaban muy preocupados por él, ya que se veía muy demacrado, a este paso moriría de la tristeza. Entonces varios de ellos se organizaron para ir a verlo y asegurarse de que al menos comiera algo. En el pasado BaekHyun y ChanYeol los habían ayudado cuando pasaban por un problema, querían al menos devolverle el favor ahora que sabían todo lo que estaba pasando con él. Cada día de la semana alguien diferente iba entraba a su casa a dejarle comida y se quedaban a ver que se acabara todo el plato.

Esa rutina siguió hasta que llegó el otoño, y BaekHyun seguía deprimido, el otoño lo hacía sentir nostálgico. Recordaba como ChanYeol y él siempre se emocionaban por la llegada del otoño, se ponían a ver películas acurrucados en el sillón, mientras bebían chocolate caliente. Además de planear la decoración de la casa para Halloween, una festividad que ambos disfrutaban. Estar en esa casa era muy difícil, pues recordaba siempre su vida con ChanYeol y los momentos en donde todo era color de rosa, cuando la vida les sonreía.