3.

302 23 0
                                    

Dos semanas habían pasado en lo que parecía ser un minuto y a Avril se le empezaban a acabar los libros. Quería que estas fuesen las mejores vacaciones pues sus padres no estaban para molestarla, pero de lo único que estaba disfrutando era su cama.

—ARREGLATE BABY, TENEMOS UNA FIESTA—gritó emocionada Rachel mientras ingresaba de golpe a la habitación de Avril.

—¿En serio?—.

Rachel hizo una mueca coqueta y sin responder empezó a buscar entre la ropa de su prima. Tomó un vestido y lo abrazó con fuerza—Me prestas este vestido, caera perfecto con mis zapatos—dijo.

Avril se puso de pie y empezó a buscar tambien lo que se pondría—E... ¿irá Jungkook?—preguntó tímida.

—No lo sé ¿pero no me dijiste que lo rechazaste hace unas semanas?—rebatió Rach.

Avril no había visto a Jungkook desde su encuentro en la tienda, se sentía tonta por haberle hablado así. Aún así la ciudad era bastante pequeña pero no se habían vuelto a topar. ¿Era el destino diciendole que se alejara?

—No lo rechace, bueno solo bromeaba. Estaba siguiendo tus trucos—respondió Avril.

—Bueno obviamente no funcionó—.

‣‣‣

Las dos primas habían llegado a la fiesta a eso de las 23:00. Recien ahí a Avril se le ocurrio preguntar quien era el dueño.

—¿Recuerdas el chico guapo que te mencioné?—preguntó Rachel mientras hacía sus muecas coquetas características de ella.

—¿Jin?—.

—Exacto—.

La casa era bastante grande y los dos primeros pisos estaban repletos de gente. Ingresaron haciendose paso entre la multitud y fueron de frente a llenar sus vasos con alcohol. 

Rachel había prometido no dejar sola a Avril, así que las siguientes dos horas se las pasaron juntas bailando y bebiendo. Cada cierto tiempo se unian algunos amigos de Rach y su prima sentía que encajaba perfecto.

Avril no era una buena bebedora. En su primera fiesta a los 15 años se dio cuenta que no toleraba el alcohol de la misma manera que sus amigos. Podía beber dos vasos sin problema, pero a partir del tercero empezaba a reir de todo y perder el equilibrio, cosa que una persona promedio le pasa recien a los 5 o 6 vasos. 

Para las 2:00 de la mañana Avril comenzaba a reirse de todo lo que oía y decía, la música inundaba el lugar y ella juraba que no podía estar más relajada. Por fin se había separado de Rach y daba algunos recorridos por la casa inspeccionando a las personas. O eso creía, en el fondo sabemos bien a quien estaba buscando.

Ya en la segunda planta, Avril entró a una habitación en su desesperada busqueda por un baño vacio. Después de hacer sus necesidades, lavo sus manos, mojo su rostro y se paro frente al tocador.

—Jajajaj que pex—dijo frente al espejo, riendose de ella misma.

No había bebido demasiado, pero si lo suficiente para divertirse.

Salio del baño de aquella habitación y borro su sonrisa al ver a un apuesto joven frente a ella.

—Per-perdón, solo vine al baño—se disculpó.

—Esta bien, siempre se meten a mi habitación—respondio el chico.

Avril se dirigio a la puerta tratando de caminar decentemente pero aún así era obvio que estaba ebria.

—¿Cómo te llamas?—.

Ella se detuvo justo antes de salir—Avril ¿y tú?—.

—Jin, es mi casa por cierto—dijo.

🚫PROHIBIDO TOCAR🚫 【JEON JUNGKOOK】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora