10

810 67 0
                                    

_ Quítate la máscara._ exigió sacudiendo el arma con firmeza.

El corazón se me subió a la garganta y ya no sabía cómo respirar.
Mierda, mierda,mierda. Ahora sí que iba a morir de cualquier forma, ya sea quitándome la máscara o no.
¿Qué hago?¿Qué hago?

_ Deshace de la máscara._ elevó un poco la voz.
Yo temblaba como papel y no sabia que hacer, estaba aterrada.

_ S-señor,n-no puedo hacerlo, me mataran si lo hago, no puedo revelar mi identidad._ susurré lagrimeante.

_ Eso ya no importa, te matare si no te la quitas._ quitó el seguro al arma y solté un sollozo.

_ Pero..._

_¡Ahora!_ vociferó disparando al aire y yo me encogí cubriendo mis oídos.
Esto me recuerda a cuando papá iba de caza y me obligaba a dispararle a esos pobres animalitos, esos que lloraban de dolor en mis pesadillas.
Ese recuerdo me llenó de dolor y rabia, ya no podía soportarlo.

Clavé mis manos en la máscara y me la quité de un movimiento brusco tirándola al piso. Me la quedé mirando ahí un largo tiempo, como ese día en la estación de policía a mi sangre. Totalmente perdida y acabada.
Solo que aqui ningun oficial amable me cubrirá con su chaqueta por el frío. Por eso ahora estoy helada y ya no siento nada por dentro.

_ Una...mujer..._ oí sorprenderse al tipo de negro.
Elevé mi vista hacia él y lo fulminé.

_ ¿Satisfecho? Ya vio quien soy. ¿Ahora me matará? Es gracioso cuando usted mismo ha roto la norma que implementó. _ 
No dijo nada, al parecer era su turno de no poder hablar.

_ Y si conozco al oficial Hwang Jun-ho pero lo he visto una vez en mi vida, ni siquiera sabía su nombre entero hasta hace poco. No sacara nada de mí.¿Por qué le interesa tanto?_ escupí molesta mientras lágrimas traicioneras bajaban por mis mejillas. 

Él siguió sin decir una palabra.
Ahg, genial.

_No te mataré._ dijo por fin _ Necesitaba ver que decias la verdad, no me quedó otra manera._  explicó guardando el arma y volviendo a sentarse en el sofá. 

_ ¿Qué más quiere de mí?_ quise saber, frustrada.

_ Necesito que encuentres a Hwang Jun-ho y lo traigas ante mi._ sentenció.

¿Qué?¿Entonces está aquí? No puede ser,¿por qué?¿Cómo?

_ ¿Por que deberia?_ inquirí recelosa.

_ Porque vi tu rostro y si no cumples con esto ya no tienes razones para vivir._ cortó frio y el corazón se me estrujo.

_ ¿Y cómo podría encontrarlo?No puedo, yo..._

_ Está infiltrado entre los soldados rojos, tu tarea será notar cualquier cosa sospechosa y decirmela hasta que lo encuentres._

_ ¿Y por qué no se lo pide a uno de sus soldados?¿Por qué yo? Ni siquiera lo conozco tanto._ intenté defenderme.
 La verdad me parecia todo muy tonto y riesgoso.

_ Por que no puedo confiar en nadie más, que lo hayas visto una vez te hará reconocerlo. Él tiene ese aura. _ dijo y noté cierto tono melancólico en su voz a pesar de lo robótica que era.
¿Acaso conocía al oficial? Me daba esa sensación.

_ ¿Y solo gano a cambio el poder vivir?_ me quejé cruzándose de brazos.

_ Dijiste que las personas no solo quieren dinero y que tú no sabías que querías, así que cuando lo descubras también te concederé eso._ 

_ Bien, entonces ya sé que es lo que quiero._ afirmé con seguridad.

_ ¿Qué es?_

_ Que me dejen ir a mi y a los que ya no desean estar más aquí, con fondos de respaldo para poder vivir al menos un tiempo._ pedí seria.

_ Será complicado, pero si cumples tu parte, lo haré._ 
No confiaba en sus palabras pero de algo quería aferrarme.

 
_ Tenemos un trato._ 

Nos quedamos en silencio unos minutos y yo no pude negar la curiosidad de saber quien era el tipo bajo la máscara. ¿Será un hombre?¿O tal vez una mujer?

Pero sobre todo,¿porque quería atrapar al oficial Hwang?¿Era por que era un intruso o algo más? Quería averiguarlo.

_ Deberías irte y comenzar tu misión. En cuanto tengas información acércate a algún cuadrado de la sala de control. Espero noticias tuyas._

_ Bien._ asentí simple y me puse de pie.

_ ¿Cuál es tu nombre?_ preguntó deteniendo mi incentivo a caminar hacia la salida.

_ ¿Sería correcto decírselo?Al llegar aquí me ordenaron olvidar todo sobre mi pasado y..._ 

_ Ya he visto tu rostro, tu nombre no cambiará nada. Además ahora tenemos un trato,deseo llamarte de forma más directa._ me interrumpió.
Dudé unos instantes pero al final cedí.

_ Lee Ha-na._ 

_ Bien._

_¿Y puedo preguntar el suyo?Después de todo tenemos un trato y quiero llamarlo de forma más directa._ me atreví a preguntar aunque sabía que no tendría respuesta.
Sorprendentemente oí como el tipo de negro soltaba una corta risa metálica.

_ Todo a su debido tiempo, aún tenemos un largo camino de confianza que recorrer._ habló levantándose del sofá para avanzar hacia mi.
¿Confianza?

_ Si, confianza, sé que podremos lograr eso al cada uno hacer su parte,¿no crees?_ sentí como si sonriera aunque no pudiera verlo.
¿Dónde estaba el tipo amenazador de hace unos instantes?
No puedo fiarme.

_ Y esta es tu primera prueba de confianza._ me extendió un vaso de whisky.
Lo tomé y observé el líquido dorado burbujeante con plena desconfianza.

_ ¿Tiene el elixir?_ solté sin procesar mis palabras y el enmascarado volvió a reír.

_ No, aún no pareces necesitarlo,no te preocupes. Es solo un calmante que te dejará inconsciente por poco tiempo._

_¿Porque…?_

_ Estamos en una zona donde no cualquiera puede estar, no puedes saber dónde, es confidencial. Así que te pido que lo bebas por protocolo._ explicó y me señaló hacerlo.

_ Enmascarado negro, ahora mismo no te tengo ni una pizca de confianza. Recuerda que si me matas o me envenenas con esa droga perderás la única pista que te puede llevar hacia el oficial Hwang. Espero que lo sepas._ aclaré amenazante.

_ Lo se muy bien, puedes quedarte tranquila._ 

Y lo bebí de un trago como de pequeña bebía los medicamentos para no saborear su sabor y vomitarlos.

 La verdad esta era mi primera vez tomando whisky, nunca había tomado más que cerveza o soju, y ahora sé que es horripilante.
Apenas la bebida bajó por mi garganta todo comenzó a parecer muy brilloso y perdí la estabilidad de mi cuerpo por completo.

Lo último que sentí fue caer y que unos brazos fuertes me atraparan. Luego de eso, ya no tuve más conciencia.

RED.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora