RED.

20

Luego de no sé cuánto tiempo que estuve resistiendo las náuseas y los mareos repentinos ante el nerviosismo, el auto se detuvo y oí al enmascarado bajar y abrir mi puerta. 

_ Puedes quitarte la venda._ dijo y obedecí rápidamente pero fue un error ya que mis ojos se cerraron de golpe al ser atacados por la luz de afuera. 
Segundos después de recuperarme acepté la ayuda del enmascarado para bajar y quedé asombrada por la belleza frente a ambos.
Estábamos en una playa inmensa pero angosta ante las montañas que acorralaban al agua cristalina. Era un paisaje hermoso. 

Comenzamos a avanzar sobre la arena al costado del agua sin decir nada y caminamos lado a lado por unos largos minutos.
Por mi parte no tenía nada que decir, me sentía demasiado mal como para discutir por su abuso de autoridad. Creo que me considera una estupida y tal vez lo soy.

_ ¿Estás molesta?_ inquirió y no le respondí solo seguí mirando el suelo arenoso _ Lo lamento, dije que nos íbamos a arrepentir y así fue, estuvo mal pero no pude resistirlo,no tengo excusa._ se disculpó y suspiré.

¿Qué le puedo decir?¿Qué puedo hacer?¿Golpearlo?¿Gritarle?Ya da igual, ya no tengo ni ánimos ni energías para nada.

_ Lo siento Ha-na pero aun así no diría que es un error solo algo de lo que los dos podemos arrepentirnos. _ siguió y elevé mi vista hacia él frenando nuestro paso.

_ Estoy enamorada de alguien más. _ escupí fría _  Así que para mi si fue un error, pero no tiene sentido darle más importancia, solo olvidemoslo._

Sonrió con cierto aire de tristeza y asintió volviendo a caminar con las manos en su espalda.

_ Es un bonito lugar,¿no?_ cambio de tema y decidí seguirle la corriente, de nada servirá estar a la defensiva.

_ Si, jamás he ido de vacaciones a la playa, nunca tuve la oportunidad y ahora me doy cuenta de lo que me hubiera consolado escaparme a una aunque sea unas pocas horas._ conté disfrutando de la brisa suave que chocaba mi rostro.

_ Cuando era pequeño solía ir todos los años a la playa junto a mi familia, amaba pasar las tardes nadando aunque el agua estuviera helada, me daba la sensación de ser libre, no debía de hacer nada más que nadar y nadar. _ contó imitando mi acción.

_ Solo me hubiera gustado sentarme a la orilla, no sé nadar._ 

_ Mi hermano tampoco y esa fue una de las razones por las qué dejamos de ir a la playa, un día intentó seguirme a lo profundo y una ola lo golpeó haciendo que casi se ahogue. Mi madre se asustó tanto que se negó a volver y bueno, luego crecimos y ya no tuvimos la oportunidad. Me pregunto si habrá superado ese temor y ahora ya siendo adulto sabe nadar._ 

_ ¿Cuántos años tiene tu hermano?_ quise saber.

_ No estoy seguro pero creo que veinticinco, ya debe de ser todo un hombre y al menos debe de haber terminado la universidad._ sonrió como si se lo imaginara y me hizo sentir una pena terrible por él a pesar de todo. Este hombre ya no tiene cura para la culpa que lleva y la verdad tomé la decisión correcta al no matarlo, no me merecía ese karma.

_ Al menos un día, aunque sea a escondidas, deberías buscarlo. Estoy segura de que te consolara pero estoy más segura  que de que le debes de hacer mucha falta. _ aconseje con una leve sonrisa _ Conozco a alguien con ese sufrimiento y espero con todo el corazón pueda volver a ver a su hermano. Ambos necesitan perdonarse y volver a abrazarse._ 

El enmascarado bajó su vista a la arena y apretó sus labios.

_ No me consolará para nada, me dejaría más que destrozado. Y más que hacerle falta desearía que me odie por haberlo abandonado por mi propia codicia._