𝐊𝐈𝐋𝐈𝐆 |「𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔」

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╔═══════ ≪ • KILIG • ≫ ═══════╗

Tzuyu frunció el ceño mientras miraba la carta del restaurante, sin decidir todavía lo que quería comer. Suspiró, exasperada, levantando la vista y encontrándose con la divertida mirada de Mina, que le observaba con cierta fascinación.

— ¿Y tu esposa? – preguntó de forma burlona Tzuyu.

— ¿Ese boba? – Mina rodó los ojos – Chaeyoung está estacionando el auto, ya sabes la lento que es para algunas cosas – la omega la miró, guiñándole un ojo – ¡Te ves fantástica, Tzuyu!

— Si Chaeyoung se entera de que me estas coqueteando...– dijo con advertencia Tzuyu, aunque sonreía con leve diversión.

— Bah, no me haría jamás nada – Mina observó la carta – Ugh, todo suena mal y horrible.

— Bebé, no digas eso – Chaeyoung apareció de pronto, sonriéndole a Tzuyu - ¿Cómo estás, Chou? – saludó tendiéndole la mano.

— Pero quiero una sandía, amor, y acá no tienen sandía – los ojos de Mina se pusieron llorosos, y Tzuyu dio vuelta los ojos, sabiendo que estaba actuando sólo para que cumplieran sus caprichos – Estoy esperando a tu hijo, y el pequeño tiene hambre.

— Oh, ¿así que decidieron agrandar a la familia? – se burló Tzuyu llamando su atención – Espero ser la madrina.

— ¡Jamás! – Mina se cruzó de brazos – No queremos que nuestro bebé sea amargado y aburrido como tú.

Tzuyu la miró ofendida mientras Chaeyoung tapaba su boca para ocultar la risa que quería salir.

A eso se refería Tzuyu cuando pensaba en lo extraña que era la pareja para esos tiempos. Normalmente, el omega solía ser más callado, sumiso y complaciente con su pareja alfa, sin querer interponerse, hablando sólo cuando era conveniente. Mina era todo lo contrario: grosera, fastidiosa y bromista, y a Chaeyoung realmente no le importaba su actitud, siempre asintiendo en todo lo que dijera o pidiera.

Pero Tzuyu las envidiaba, en especial cuando Mina se recostaba contra Chaeyoung con total confianza, no por obligación, y la alfa la rodeaba con un brazo, sonriendo automáticamente, como si fuera feliz con ese simple gesto.

Ordenaron algo para comer, y mientras esperaban, Tzuyu decidió sacar el tema que tanto la había estado estresando los últimos días.

— Encontré a mi omega – comentó casualmente.

Mina escupió el agua que estaba bebiendo en tanto Chaeyoung parpadeaba.

— ¿Cómo? – Mina la observó de forma incrédula – ¿Tú, Tzuyu? ¿La misma Tzuyu que decía que no quería un omega porque quitaban mucho tiempo? ¿La misma Tzuyu que rechazaba a los más lindos omegas de la universidad?

— Me haces ver como una desgraciada – se quejó Tzuyy.

— Porque lo eres – secundó Chaeyoung limpiando la comisura de la boca de Mina – Bueno, no tan así, pero de todas formas... No estabas demasiado interesada en omegas, Tzuyu.

La alfa soltó un bufido, aunque no pudo evitar darles la razón porque efectivamente, en la universidad, lo que menos quería era relacionarse con omegas o crear un lazo con ellos.

— Bueno, cambié de opinión – rezongó mientras servían los platos de comida – Sana es una omega demasiado irresistible, si tan sólo la vieran... – sonrió de forma inconsciente – Algún día la conocerán y verán de qué les hablo.

Chaeyoung y Mina se miraron, ambas enarcando una ceja al ver la expresión soñadora de Tzuyu, pero prefirieron no burlarse o con toda probabilidad recibirían algún golpe. En cambio, sólo miraron con curiosidad a Tzuyu.