𝐊𝐈𝐋𝐈𝐆 |「𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔」

E P Í L O G O

Por favor leer las notas al final

╔═══════ ≪ • KILIG • ≫ ═══════╗

En el sueño, había una figura inclinada sobre su cama, sonriendo dulcemente mientras le miraba con ojos llenos de cariño.

Yuri recordaba haber visto ese rostro antes, pero no sabía de dónde era.

—Jamás me iré, ¿está bien? Siempre estaré a tu lado, mi pequeña bebé. Jamás voy a abandonarte, estaremos juntas por toda la vida.

Algo parecía doler en su interior ante esas palabras.

Extendió su mano para poder tocar a la persona frente a ella, sin embargo, el cuerpo pareció desvanecerse entre sus dedos como si sólo fuera humo y vapor, disolviéndose en el aire.

Entonces, despertó.

Jadeando, en busca de aire, sudor pegándose a su rostro mientras los últimos vestigios de sueño desaparecían, y miró la hora, pensando en lo que podría haberla despertado.

Ah, por supuesto.

Los gritos.

Por lo menos una vez a la semana, sus padres peleaban a gritos en mitad de la noche por el tema de siempre, así como tenía ese sueño disperso al que ya se había acostumbrado.

—¡Esta es tu maldita casa, Chou Tzuyu! —gritaba papá con tono quebrado— ¡¿Por qué no puedes entenderlo?!

—Vete a la mierda, Taehyung —gruñía mamá sin una pizca de compasión en su voz—, tú y yo sabemos que nunca seremos una familia.

—¡Han pasado catorce años...!

—¡Cállate! ¡Cállate, maldita sea!

Y luego el portazo.

Yuri se recostó en la cama otra vez, suspirando, sintiendo el aire cargado de una tensión que la hundía un poco más con cada día que pasaba.

La puerta de su cuarto se abrió y Yuri miró a Chou Taehyung entrar con ojos llorosos y aspecto agotado.

—Hey, cariño —susurró su papá, y Yuri negó con la cabeza.

—No pasa nada —le murmuró—, ya estaba despierta.

Taehyung sonrió débilmente.

—¿Ansiosa porque mañana es tu primer día de clases? —el hombre entró a la habitación, sentándose en el borde de la cama, y despeinó su cabello de forma amorosa. Yuri soltó una risa baja, aunque algo no parecía del todo correcto con esa imagen.

Siempre había algo que no parecía correcto, pero no podía descifrar el por qué.

—Claro que sí—mintió para luego tomar valentía— ¿Por qué peleaban tú y mamá?

Los ojos de su padre se desviaron.

—Ha llegado ebria otra vez —dijo Taehyung como si nada, su mano acariciando su cuello.

Yuri observó la piel del hombre, notando su boca apretada en un rictus de pena porque era bastante obvio lo que estaba mal: no había ninguna marca sobre el cuello de su padre.

Sólo piel limpia, sana, ninguna cicatriz o mancha que marcara que pertenecía a su alfa.

No, la única prueba de que ellos estaban juntos y eran un matrimonio feliz era ella, Yuri, y su hermano menor, Chou Yeongsan.

Yuri no podía recordar alguna vez si hubo palabras o una mirada de an entre ellos.

Quizás de su padre sí, porque él parecía siempre dispuesto a satisfacer a su madre aunque nunca la había visto sonreírle, pero su madre, la callada y gruñona alfa, sólo había frialdad, desprecio, casi un odio profundo que a veces realmente le asustaba.