Jugaban sobre en tiempo
como la leve corriente de un río,
sin prestar atención a las afiladas
piedras dentro de ellaque más adelante
les cortaria los pies,
les arrebataria las alas y
les arrancaria el corazón.que impredecibles son
los colores del agua,
invisible a los ojos
de dos personas enamoradascuyo amor,
dependia
del débil hilo
de los secretoscubierto con una simple manta blanca
y la esperanza
de un futuro libre
del humo de los pretextosque más tarde seria descubierto
y arrebatado de forma brusca,
dejando solo
escombrosde todo lo que fué,
un amor a escondidas,
con el defecto de los escandalosos
latidos del corazónque ambos compartíamos.
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Efímera eternidad
PuisiEl mar habitaba en mis ojos, pero se sentia tan encerrado, que cuando te fuiste, lo deje escapar.