LISA
Humor de martes por la mañana: Espantoso.
Todo iba de mal en peor. Arrancar un buen día siempre era algo difícil para mí, y aunque madrugué a las cuatro de la mañana, llegué tarde de cualquier forma.
Para comenzar, la profesora de ciencias políticas se ausentó, al menos allí el ánimo había crecido, pero todo se fue al caño cuando una alumna X, me acusó de plagio en su ensayo de ciencias económicas que se había entregado la semana pasada.
Era de lo más ridículo siquiera insinuarlo. Era un borrador de un trabajo, se lo entregué en mano a la profesora.
Pero no terminaba ahí. Ella me enfrentó frente a todos en la clase, humillándome y dejándome en ridículo. Los mellizos saltaron en mi defensa, siendo mis testigos fieles de que no haría tal cosa.
Pensé que pelear por niñerías era tema de colegio, pero era cierta la frase de; ≪en la universidad hay todo tipo de personas≫, porque era verdad. Me había dado cuenta que muchas personas no habían madurado del todo. Personas que creían que estar aquí era una fiesta.
En este lugar los profesores no se toman el tiempo de explicarte con manzanas lo que deberías hacer, solo dictaban sus clases, y muy problema tuyo si las comprendías o no.
Así que, al darse cuenta que no estaba siendo escuchada, realizó un descargo formal en el gabinete estudiantil, provocando que me abrieran un legajo para investigar e indagar sobre mí y mi manera de proceder en los futuros exámenes y trabajos.
Y no conformes con eso, cancelaron el adelanto de mi investigación en ciencias económicas, aquel que me había costado mucho pensar. Este problema implicaba ser vigilada y que los profesores sean de lo más puntillosos a todo lo que respecta a mí.
— ¡Es ridículo!—grito—. ¡No me pueden hacer eso!
—Es la palabra de ella contra la suya, señorita Chaplin—comenta el rector.
—Con todo respeto —empieza Nahuel—pero la profesora expuso su punto a favor de Lisa, no ese un motivo suficiente como creer en ella.
—Es una queja formal—tiene en sus manos dos carpetas—. Vemos cierta similitud en ambos ensayos.
— ¿Y qué le hace pensar que fui yo?—comento furiosa—. En todo caso, pongan el ojo en ella. Ella se copió de mí.
—Por ese motivo, cancelamos ambos trabajos, al igual que el proyecto de investigación. Ley pareja.
Intenta dar por terminado la charla.
—No es ley pareja cuando únicamente a una alumna le hacen el seguimiento.
Amelia que estaba callada, expone su punto de vista.
Resignados y enojados salimos los tres de las oficinas centrales. Amelia había perdido una clase entera, y yo la mitad de una. En cuanto a Nahuel, parecía jamás asistir a clases pero de igual manera estaba indignado.
—Lo lamento—digo sincera—. Perdieron casi toda la mañana por mí causa.
—No es tu culpa—. Amelia trata de reconfortarme.
—Obvio que no, deberíamos reclamarle a tu compañero oscuro.
— ¿Qué quieres decir?—me dirijo a Nahuel quien estaba de lo más irritado.
—Cállate Nahuel—le ordena su hermana.
Ambos guardan silencio, como si se hubieran tragado sus propias lenguas.
ESTÁS LEYENDO
EL LIMITE ENTRE NOSOTROS
Romance"No existe abismo tan profundo del que no puedas ser salvado". Quise salvarlo a él, pero casi me traiciono a mi misma y en todo lo que creí. ¿El amor lo supera todo? A veces me costaba responder esa pregunta. No todo es color de rosa, eso lo sabí...