Prólogo

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¿Cómo alguien pasa tanto tiempo solo? ¿Y cómo esa persona puede estar tan bien?

Parece perfecta, parece increíble, parece...

A veces, las diversas perspectivas enfocan puntos muy diferentes. Quizás, y tan solo quizás, a pesar de divisar una acción como algo tan simple se torna tan complicado. No todo es como uno lo ve.

Perfección, alegría, felicidad, conformismo. Muchas veces son simples anhelos los cuales su obtención no logra concretarse.

El ser humano, aunque uno no quiera aceptarlo, es así. Promete, pero no cumple. Se las da de respetuoso pero, cuando uno da la espalda, comienza a hablar despiadadamente sobre las imperfecciones de uno, comenzando a opinar de cuerpos y actitudes que no son suyas. Y aunque uno quiera cambiarlo es imposible, porque si uno para, ya está otro esperando para reemplazar su lugar.

La humanidad es cruel, y la vista desde aquí arriba permite a uno darse cuenta de ello con mayor facilidad. Así como el mundo está repleto de cosas bellas, hermosas vistas y obras perfectas de la naturaleza, lastimosamente la gente que en verdad vale la pena es tan escasa.

La vida desde arriba puede ser hermosa, pero cuando uno ve todo desde abajo no la aprecia como debería: ya que sufre todo lo que no merece.

Y a veces hasta parece a propósito, ya que quienes hacen mejor las cosas son quienes terminan peor. Hasta llegar al mundo de los cielos, donde pueden divisar todo desde las alturas y desprenderse de aquellos tormentos que sufrían diariamente. Un lugar donde sus preocupaciones se esfuman y tienen la oportunidad de disfrutar la vida con una gran vista general del panorama, una vez la suya terminó.

-¡Bienvenido al mundo de los cielos! Y tú, ¿cómo llegaste hasta aquí?

Una Vista GeneralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora