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Capítulo Uno ／ Cenas y Corbatas
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—TIENES QUE ESTAR JODIENDOME.
Bronwyn Ward, quien todavía tenía dieciséis años, tenía la boca abierta, sus dientes inferiores asomando por encima de sus labios y las piernas cruzadas mientras miraba a su madre con una expresión de incredulidad coronando su rostro.
A medida que el verano de 1977 llegaba a su fin, lleno de planes y negocios y posiblemente demasiadas sesiones de horneado de las que Bronwyn quería admitir, Niamh y Henry Ward, más específicamente Niamh, querían darle a su hija un maravilloso inicio de año en Hogwarts con una cena "especial" que no había sido "especial" en lo absoluto.
Con su cumpleaños acercándose rápidamente y sus oportunidades de pasar tiempo con sus padres evaporándose rápidamente, el Sr. y la Sra. Ward querían aprovechar al máximo los últimos siete días antes de que Bronwyn se ausentara por cuatro meses.
Bronwyn nunca fue de celebraciones de cumpleaños grandes y exageradas. Ella nunca había sido de las que celebraban su cumpleaños y punto. Bronwyn había preguntado a su madre que tenía de significativo el concepto de cumpleaños cuando la señora Ward se entusiasmaba más con el cumpleaños de su hija que el con el suyo propio. La chica siempre había pensado que un día dedicado a uno mismo era, sinceramente, bastante egoísta.
En esta "cena especial" que no era una "cena especial" en absoluto, la mejor amiga de la infancia y escuela de Niamh Ward se había puesto en contacto con ella para hablar sobre el cumpleaños de Bronwyn y, en respuesta, Niamh se apresuró a sugerir que ella y su familia podrían unirse a su cena para celebrar juntos el "casi cumpleaños" de Bronwyn.
La chica no tenía nada en contra de ninguno de los amigos de sus padres, y era típico que esta familia británica disfrutara de las comidas y los días de fiesta con más de tres de ellos. La molestia de Bronwyn no había surgido porque la cena era esa noche y esta era la primera vez que había oído hablar de ella. Tampoco fue porque a la chica no le gustaba hacer tanto escándalo por su cumpleaños y ahora lo estaba haciendo, y con aún más gente. Sino que lo que más alertó a Bronwyn fue que la amiga de su madre, y quienes a la vez significaba que también vendrían, se unirían a ella esa misma noche para compartir una cena.
