Extra 2: Un día en familia.

2.2K 96 5
                                    

Isabelle

Me encuentro admirando a mi esposo que descansa tranquilo después de una semana a trajeada, y todo se debe a qué mi pequeña Alessia de cuatro años, se enfermó de un día para otro y nos preocupó a todos. Pero gracias al cielo no era más que un virus, lo cual no nos tranquilizó mucho que digamos. Mis cuñados se ofrecieron a cuidar a los mellizos de diez años, aún no puedo creer que hayan crecido tanto, y es que el tiempo no se detiene.

-¿No puedes dormir, amore mio?-pregunta mi esposo mientras sus manos se aferran a mi cintura.

-No, aún estoy asustada por Alessia.-confieso, y es que después de como mi salud se vio afectada años atrás, cada mínimo detalle me preocupa, y más si se trata de mis hijos o de mi esposo.

-Todo está bien con ella, solo fue un susto.-me tranquiliza al tiempo que deja un casto beso en mis labios.-Quita esa cara que hoy pasaremos el día en familia, y si los niños te ve así se preocuparan.-dice a lo que termino asintiendo de acuerdo.-Diez años, tres hijos, nada mal.-dice divertido.

-¿En qué momento pasaron tantos años?-pregunto con nostalgia.

-Así es la vida por eso debemos disfrutar de ellos todos los días, nuestros pequeños crecen muy rápido.-dice mirándome con tanto amor, nuestro amor no ha cambiado es más creo que cada día se ha hecho más grande. Si es verdad que tenemos nuestros problemas, pero nada que no podamos solucionar.- ¿Aún te parezco apuesto?-pregunta mi hombre haciendo que frunza el ceño en señal de confusión ¿De qué va su pregunta?

-¿Por qué preguntas esos, mi amor?-respondo con otra pregunta.

- He envejecido, y tú...eres una hermosa mujer que podría enloquecer a cualquiera, y además eres joven...y.-le interrumpo atacando su boca con pasión tratando de transmitirle lo que me hace sentir con solo tenerlo cerca.

-Sí, con el beso no te he dejado en claro mis sentimientos por ti te lo diré. Alessandro Lombardi, me enamoraste con solo una mirada de esos ojos color mar que me enloquecen, amo cada una de tus facetas, me entregué a ti sabiendo que los problemas y los años intentarían romper nuestro vínculo, y aun así estaba dispuesta a luchar porque te amo. Eres mi esposo, mi hombre, mi compañero, te amo como eres, y jamás podría si quiera imaginarme estar sin ti.-confieso mis sentimientos.-Y no soy solo una mujer hermosa, soy tu mujer, tu esposa, la madre de tus tres hijos, y si eso no te basta no sé qué hacemos juntos.-digo tragando grueso, el me observa en completo silencio, así que al ver que no dirá nada intento levantarme, pero me lo impide apretando su agarre y dándonos la vuelta para el quedar encima de mí.

-Mi hermosa mujer, no entiendo que viste en esta alma sin rumbo, pero te agradezco por haberme elegido para compartir tu vida. Te amo, amore mio.-lo último lo susurra mientras deja un suave beso en mi mejilla.- A veces tengo cierta inseguridad, lo lamento.-dice apenado a lo que yo niego de inmediato.

-No lo lamentes, si necesitas que te lo recuerde todos los días, lo haré porque nunca podría dejar de amarte.-digo al mismo tiempo que apoyo mis manos en su cuello y lo atraigo a mi rostro para seguidamente besarlo, amo sentir como se apodera de mi boca.

-¡Mamá, papá!-escuchamos los gritos de los mellizos y lamentablemente nos separamos, siempre hacen lo mismo parece que adivinaran que estamos haciendo y por eso no interrumpen.

-Dios, que enanos del demonio.-dice entre dientes Aless y yo lo miro divertida.

-Es tu karma, amor. Andrea me ha contado las tantas veces que has hecho travesuras.-digo burlista.

-Andrea dice mentiras para hacerme quedar mal.-asegura, pero no le creo nada.

-¡Papá! Dice Chiara si puede tener novio-dice Matteo del otro lado de la puerta logrando que su padre se levante de un salto para abrirles la puerta, mi pequeño salvaje sabe cómo conseguir lo que quiere.

Amor a prueba de adversidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora