1. José

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Nota: Toda la historia está siendo contada desde el punto de vista de Panchito por él mismo.

Nota: Toda la historia está siendo contada desde el punto de vista de Panchito por él mismo

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 He tenido mucho tiempo para pensar en esto.

Sé que no sabes de que estoy hablando. Nadie podría entenderlo. Ahora mismo soy un monstruo que crearon los periódicos, la televisión y la radio, sin alma y sin conciencia, una figura de la que quizás en un par de años alguien haga una película y quede mi recuerdo como parte de la cultura popular de este país. Dejé de ser una persona de carne y hueso, que nació, creció y murió como cualquier otra.

No podría importarme una mierda.

Nunca me sentí realmente como un ser humano.

Lo único que me angustia en este momento, a una semana antes de que me maten, son todas las cosas que no pude resolver en vida. Siempre fui un alma sencilla que disfrutaba del momento y me negaba neciamente a ver más allá o a mirar atrás. Pero después de mi tiempo en el hospital con huesos rotos, el año que pasé en una celda solitaria y las semanas de juicios en mi contra con pruebas innegables que salieron de mi propia boca, me he convertido en un hombre nuevo, uno que no puede dejar de darle vueltas a todo lo que pasó, todo lo que perdí, toda la gente que murió y todas las promesas que dejé sin cumplir.

José fue una de ellas.

Pero tú no estás aquí para oír mis quejas ¿O sí?

Si me permites un poco de tu compañía te lo confesare todo. Has venido aquí para eso ¿No? y no quiero morirme de aburrimiento antes de tiempo por no tener nadie con quien platicar.

Empezaré hablando de mí, si no te molesta. Siempre me ha encantado hablar de mí.

Una de las anécdotas que mi papá más solía contarme de pequeño fue que yo no lloré cuando nací. Los doctores me dieron por muerto un rato, ya que sin importar cuantas nalgadas me dieron o me sacudieron, ni un gritó salió de mis labios. Solo pudieron confirmar que yo era un ser vivo cuando comencé a agitar los puños a todas direcciones, arañando el aire.

Pleitero desde muy chiquillo, digno de mí.

No lloré tampoco cuando me dictaron la sentencia en la corte, ni cuando maté a toda esa gente y pienso que hacerlo ahora sería hipócrita y estúpido, así que desde hoy solo me queda esperar que preparen el pasillo de la muerte para mi llegada. Espero que pongan globos o toquen música para que no se vea tan patético y lamentable.

Solo recuerdo haber llorado una sola vez en mi vida, pero ya llegaremos a eso.

¿Sabes? Uno de los abogados incluso me dijo antes de salir de la corte que mi caso era especial, ya que al yo ser ilegal tenía que ser deportado a las autoridades de México, por lo que se tuvo que hacer una cláusula muy específica en las leyes del estado de Michigan no solo para poder ser ejecutado allí sino para permitir la pena de muerte y que yo sería la persona más joven en ser asesinada por el estado en varios siglos.

Kill4me ✞ 【PanJose • The Three Caballeros】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora