Capitulo 25 - "La novia de..."

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No te lo creo! – gritó mi amiga – La revista Infinity?! Amiga, entiendes lo que es eso?! – volvió a decir emocionada – 

Lo sé, es increíble cierto? – sonreí aún sin poder creerlo –

Es más que increíble, es épico! Va a ser una de las mejores oportunidades de tu vida... - dijo apretándome las mejillas – Te envidio como no sabes – eso me hizo reír –

Estoy muerta de miedo... Ni siquiera sé si estoy preparada para esto. Qué hay si lo arruino? Qué hay si me quedo muda o si nadie me contesta nada y arruino la reputación de la empresa? – le dije mirándola –

Claro que podrás y lo harás increíble... Hasta este chico confía en ti sin casi conocerte como tu no vas a confiar en ti misma sabiendo todo lo que has estudiado y has trabajado para lograr esto? – me contestó tranquilizándome y dejándome con las palabras que necesitaba en mi cabeza – 

Si, tienes razón... Puedo hacerlo – me dije más a mi misma que a ella y ella me abrazó fuerte –

Eso es! Esa es mi amiga. Ahora ve a contárselo a tu chico que seguro se pone tan feliz como yo – sonrió y me soltó de su abrazo –

Ahora está entrenando seguro, hoy es el gran partido – sonreí buscando mi ropa y me dispuse a cambiarme –

Cierto que ahora sales con un jugador del equipo – se rio mirándome y me guiñó el ojo, haciéndome reír a mí también – Estás lista para ser popular en la uni?

No voy a ser popular, él será popular, no yo – revoleé los ojos, pero sabía en el fondo que Julia iba a tener un poco de razón. No sé si popular era la palabra, quizás, empezaría a llamar un poco más la atención que antes por ser la "novia de". Y eso no me agradaba nada... Odiaba llamar la atención -

Cuando fuimos al aula nos sentamos cada una en su banco, sacamos nuestras cosas y nos pusimos a esperar al profesor de esa siguiente materia que aún no había llegado. Mientras tanto, los alumnos aún no tomaban asiento y paseaban hablando por todo el salón relajados como si tuviésemos la hora libre. Un grupo de unas cuantas chicas que estaban delante de mi se pusieron a cotorrear y a comentar lo interesante que estaba el nuevo chico que había entrado al equipo de futbol. Si, mi chico. Sonreí y traté de ni mirarlas, hasta que una se dio cuenta de mi presencia y calló a las demás de manera muy evidente, pretendiendo que yo ni me diese cuenta. No les di el gusto, levanté la vista y les sonreí a todas. Ninguna dijo más nada. Se dignaron a tomar sus asientos y a quedarse calladas hasta que, al fin, el maestro entró y nos dio la clase. Esto iba a estar demasiado intenso. Pero podría soportarlo siempre y cuando no se vuelva una completa locura. 

Al fin llegó la hora del bendito partido. Era la primera vez en todos estos años que iba a ver uno. Jamás me había llamado la atención, y de pronto, me había vuelto la fan número uno. Tenía más que motivos y razones para serlo. Fuimos con los Julios y nos ubicamos bastante abajo en las gradas, para poder ver mejor todo. Todo: A André.
Estaba ya repleto de gente y esto parecía un mundial más que un partido de campus. Mucha gente hasta vestida con la ropa y los colores de la universidad alentando al equipo que jugaba con otro, de otra universidad, que yo no tenía idea ni de como se llamaban. Tardó unos cuantos minutos, pero al fin dieron el pie a las famosas porristas a que dieran la apertura y el apoyo típico al equipo, y luego de muchos aplausos y revoleos por fin, salieron todos a la cancha. Mi novio estaba demasiado bueno, la verdad. Siendo honesta, era el más hermoso de todos los jugadores y me atrevo a afirmar que de todo el mundo también. El uniforme del equipo le quedaba pintado, ideal para su cuerpo marcado y gigante. Pude ver como buscó entre la tribuna hasta que por fin localizó mi presencia, clavó los ojos en mi y me sonrió de oreja a oreja. Con sus labios y su mano me tiró un beso haciéndome poner de todos los colores. Vi como varias personas a mi alrededor pusieron también sus ojos en mí, poniéndome aún más nerviosa con la situación, pero de todas formas hice lo mismo y le devolví el beso deseándole suerte con el mismo.
No tenía idea de cuanto duraba el partido pero verlo a André transpirado jugando como un mismísimo Dios podría haber durado años que yo estaría feliz ahí sentada sin quejarme en absoluto. 
Terminó justo a tiempo antes de que comience a lloviznar un poco. André no metió ningún gol, pero igual ganaron y festejamos la victoria de su equipo con todos los presentes en el campus. Muchos gritos y aplausos sonaban en la cancha repleta de personas y André sonreía feliz mirando para mi lado. Todo era mágico y maravilloso hasta que sucedió algo completamente inesperado. El director del campus, el decano, ingresó al campo y fue directo a hablar con el entrenador y director técnico del equipo. Le dijo dos o tres cosas y él los mandó absolutamente a todos los jugadores que estaban ahí para adentro del edificio dónde estaba el gimnasio y sus vestuarios. Mientras nadie entendía absolutamente nada y nos mirábamos entre sí, volvió la policía al lugar. Pero esta vez no eran cinco, sino como unos diez oficiales entrando a la cancha y revisando a cada una de las personas que estaban ahí. 

No puede ser... - dijo Julia. Yo estaba completamente dura observando todo. Poco a poco empezaron a pedirle documentación a cada uno de los estudiantes que estaban sentados en las gradas disfrutando el espectáculo, ahora no tan agradable –
El decano agarró el micrófono general del estadio y habló para todos los que estaban ansiosos e inquietos.

Hola a todos, como ven, estamos pasando por una inspección de seguridad. Nada de que preocuparse, solo estarán pidiéndoles sus credenciales de campus y sus documentos. Todo está más que bien, muchas gracias por colaborar con la universidad. – sonrió amablemente, aunque se lo notaba demasiado nervioso y tenso en el fondo –

Los Julio me miraron sin entender nada y buscaron entre sus cosas los documentos indicados para cuando los oficiales lleguen a nosotros. Yo empecé a hacer lo mismo también, pero algo o alguien tocó mi espalda por detrás de las gradas y me hizo saltar del susto. Me di vuelta con terror para encontrarme con la cara de André asomado y escondido debajo de las escaleras.

Qué haces?! Me asustaste.... – dije mirándolo –

Escapada? – se rio mirándome y me ofreció su mano – Vamos, tengo un lugar – sonrió –

Pero... - dije mirándolo y luego volviendo la vista a los oficiales que aún estaban bastante lejos, mirando la documentación del resto –

Ve, no pasa nada – me dijo Julio – 

Sal por el costado, te espero ahí – me dijo André señalándome la salida más cercana –

Cerré mi bolso y me puse la capucha para evitar mojarme al menos un poco. Me levanté lo más discretamente posible y me dirigí hacia la salida dónde André ya estaba esperándome, extendiendo su mano, para llevarme y sacarme de esa locura.

Qué ha pasado? – pregunté mientras me llevaba lejos de ahí –

Ni idea princesa, solo nos mandaron adentro. Pero lo mejor es desaparecer de aquí, no nos largarán más y solo quería verte y estar contigo, festejando la victoria – se dio vuelta mientras caminaba y me regaló una de sus sonrisas contagiosas –

A dónde vamos? – pregunté –

A mi habitación – contestó –

Pero... Qué hay de tu compañero? – entramos al edificio norte. Había venido muy poco aquí, pero lo recordaba. Era un poco más grande que el edificio sur y estaba mucho más limpio, efectivamente. Dejé que él me guie y me lleve por las escaleras –

Me regaló esta noche – se rio – Yo le regalaré otra, a cambio. Pero es un buen compañero y esta noche se ira a dormir a otra habitación. 

Oh... - sonreí y al mismo tiempo me puse nerviosa. No sabría explicar el porqué. Ya he dormido con André infinidad de veces, pero de verdad me agarró un pequeño nervio en el centro de mi estómago. Siempre se sentía especial y como si fuese la primera vez con él –

No he traído mi pijama... - le dije sonriendo mientras abría con su llave la habitación y me metía dentro –

No vas a necesitarlo – dijo –

Sonreí con su respuesta y al entrar vi que sobre una de las camas había muchas cosas ricas de comer. Se había ocupado hasta de buscar algo para comer y ni siquiera tener que salir de aquí. 

Wow... Picnic en la cama de tu compañero? – me reí – 

Te dije que conseguiría un lugar más cálido para llevarte hoy. Además, llueve. Que mejor plan eh? – se rio y cerró la puerta de la habitación con llave –

Estás seguro que no vendrá a mitad de la noche arrepentido cierto? – me quité la campera y me senté en la cama libre, poniéndome cómoda –

Muy seguro, descuida – se paró delante de mi y beso mi frente con ternura - 

Nos pusimos a hablar del partido y de lo increíble que había estado antes de la interrupción policial mientras comíamos las cosas ricas que él había preparado y conseguido para mí. Se sentía muy cómodo y ya los nervios se me iban pasando poco a poco. La habitación de André era muy parecida a la mía. Solo que estaba invertida, como si la estuviese viendo en el espejo. Estaba bastante ordenada para ser él, y me dio ternura de pensar que la había acomodado para recibirme a mí. Respiré hondo y pensé en que era el momento de contarle la propuesta de Kenny... Sobre todo, porque estábamos aun día de que llegue el famoso sábado. Pero lo vi tan feliz y emocionado por el partido que me dio mucha culpa tener que arruinar eso con mi noticia. Sabía que se pondría feliz por mí, pero al mismo tiempo, la palabra "Kenny" le daría celos y se le borraría la sonrisa hermosa que estaba teniendo en ese momento. Bueno... Quizás en un rato se lo digo... Si, eso. Luego de comer.
Cuando terminamos de comer me acostó sobre tu pecho en su cama. Estaba tan comoda que tenía que hacer fuerza para no dormirme mientras él acariciaba mi pelo. 

Necesito contarte algo – solté por fin. El sonrió y me miró con amor –

Me esperas a que me doy una ducha y luego me dices? Debo apestar... No tardo – me dio un pico rápido y se levantó de la cama, metiéndose a su baño, dejándome sola con las palabras en la punta de la lengua. Mierda.... –

Bueno, después de bañarse se lo digo. Si, eso. Lo esperé mientras hablaba por mensajes de texto con Julia, que me contaba que al parecer la policía si estaba buscando a alguien, porque los revisaron y los llenaron de preguntas a todos. Eso me hizo asustarme un poco. Quizás estábamos todos conviviendo con alguien peligroso... Y jamás nos habíamos dado cuenta hasta ahora... 

Qué querías decirme? – preguntó André saliendo del baño con su pelo mojado y su torso desnudo. Apenas cubría sus partes con una toalla y me mordí el labio al verlo así. Que hombre tan maravilloso y tan increíble tenía al lado mío. Dejé mi teléfono y me paré de la cama –

Que estás bien bueno... - dije honestamente y el soltó una pequeña risa. Puse automáticamente mis manos en su torso y lo toqué. Amaba tocar su cuerpo bien duro y suave al mismo tiempo. Este hombre me hacía perder todo tipo de razón posible... -

Soy todo para ti – me dijo antes de tomar mi nuca y darme un beso increíblemente bueno que no me costó absolutamente nada seguirle –

Bueno... Después de hacer el amor se lo digo... Si, eso. 

Atrapada (finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora