Capitulo 20 - "El efecto Julio"

81 15 17
                                    

Le pedí a mi amiga no hablar más del tema y nos dirigimos al salón comedor a desayunar. Bueno, lo cierto es que ya era casi el mediodía, así que terminamos agarrando un par de sobras del desayuno y un par de cosas que ya venían preparando para el almuerzo. Y con todo ese popurrí de comida nos fuimos a desayunar afuera, en el jardín. El día estaba precioso, por cierto. El sol iluminaba cada hoja de pasto y decidimos aprovechar y tomar vitamina D antes de que venga el invierno y nos la quite por completo durante meses.

Ya sabes lo que te pondrás para hoy, amiga? – soltó luego de tragar su bocado –

Hoy? – la miré desconcertada. Realmente me había olvidado por completo en el día en el cual vivía –

La fiesta de bienvenida? Hola? – preguntó sarcásticamente –

Cierto. No, aún no sé nada. Ya veré luego, sabes que no soy muy fan de esas fiestas dónde hay tantas personas y yo no conozco a nadie... - tomé un buen sorbo de mi jugo para evitar seguir hablando. Lo cierto es que no había ningún tema del cual quisiera hablar ese día. Estaba notoriamente de mal humor. Pero sabía bien que Julia no tenía ningún tipo de culpa –

Bueno, se trata también un poco de eso. De conocer gente nueva, cariño – dijo sonriente. Mi amiga jamás se iba a negar a ningún tipo de fiesta y sobre todo de conocer hombres nuevos. Mi amiga se aburría de los hombres como de las series de televisión. Todas las semanas necesitaba conocer a uno nuevo, y no la juzgo, ella siempre fue así. Yo en cambio, conocer gente nueva me generaba mucha ansiedad. Ya había conocido demasiada gente. Ahora lo que necesitaba conocer era la razón y el motivo de donde estaba mi novio –

Aquí están! – dijo Julio, acercándose a nosotras y sentándose a nuestro lado – Las estaba buscando por toda la uni. En la sala de filmografía van a pasar una maratón de películas toda la tarde. Se quieren sumar?

Yo no, amigo. Tengo que ir a prepararme el cabello y hacer mi rutina de skin care desde temprano para esta noche, lo siento – contestó Julia –

Yo iré contigo – hablé esta vez. Lo cierto es que necesitaba distracción para dejar de pensar en mis problemas y también quería recuperar un poco el tiempo perdido con él, así que acepté de todas formas –

Genial, entonces, paso por ti, a tu habitación, en una hora – se levantó mirándome y sonriéndome hasta con ilusión en su rostro. Yo le devolví la sonrisa amablemente hasta que se fue lejos de nosotras nuevamente –

Dios mío – soltó Julia –

Qué? – la miré desentendida y ella se rio –

Qué Julio es muy obvio. Bueno, siempre ha sido muy obvio – levanté una ceja haciéndome la que no sabía bien de lo que hablaba, aunque en el fondo siempre lo supe y también me había dado cuenta hace mucho rato – No te hagas! Sabes bien que Julio está enamorado de ti hace años...

No, claro que no. Somos muy buenos amigos... - tragué con fuerza como si estuviese comiendo piedras en vez de cereales –

En ese momento agarré mi teléfono y miré la pantalla completamente vacía. No había aún noticias de André. Así como lo saqué de mi bolso lo volví a tirar ahí para que se pierda en el fondo. Julia no me dijo nada, pero me miró y supo bien todo lo que yo estaba pensando.

Qué tal si vamos a la habitación y te ayudo con la ropa? – preguntó sonriendo tratando de animarme con eso. Valoré mucho su gesto, pero de verdad no había nada que me entusiasme menos que eso –

De todas formas, acepté porque quería irme a la habitación. Dejé que ella se meta en las profundidades de mi armario y eligiese algo para mí, para esa noche. Ni siquiera vi lo que ella eligió, pero lo acepté de todas formas. Lo cierto es que me daba bastante lo mismo. El sonido de la puerta con Julio del otro lado buscándome me salvó y me fui directo con él, a la sala de filmografía.

Atrapada (finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora