Sin la mente clara aún, llego al gran salón y efectivamente, todos estaban ahí. Mi madre está sentada en el centro de la mesa mientras habla con Félix, mi tío; hermano de mi padre, desde siempre habían sido muy unidos, cuando mi padre llegó al trono Félix se volvió la mano derecha y senescal del Rey y también se volvió como un padre para mí siempre enseñándome y protegiéndome.
Aunque todo el mundo actúa con normalidad, bailando, cantando y riendo por la celebración, siento algo en mi pecho, algo que no logro reconocer, pero de una cosa sí puedo confirmar, nada de aquí saldrá bien.
Estoy apunto de llegar a la mesa principal para reunirme con todos los demás cuando algo que no puedo reconocer se acerca y jala el cuello de mi gabardina negra, me habla al oído y me dice demasiado rápido:
-Ils viennent pour la guerre, et ils n'auront aucune pitié
Y en cuanto volteo para verle la cara, desaparece, todo es demasiado confuso, juro que la vi, que me susurró, que de la nada desapareció y solo dejó esa frase en el aire...
Siento un empujón por el lado derecho de mi codo cuando Félix se abalanza en mí y empieza a decirme:
-Mi querido sobrino, ¿Cómo estás? No te he visto bailar desde que empezó la noche.
-Tío Félix- Lo abrazo con todas mis fuerzas, aunque aún no puedo sacarme esa frase en mi cabeza, no le tomo mucha importancia, aún- No me sentido muy bien como para bailar.
-Pero si eres el mejor bailarín, aparte de guapo, alto, y con ese porte de vestimenta negra. ¿Quién no se resistiría ante ti y bailar una pieza? Apuesto que todas aquí se mueren por tan siquiera que las mires a los ojos.
No se porqué su comentario me hace reír, agradezco que Félix esté a mi lado para que me ayude con esta noche tan pesada.
-¿Sabes algo sobre la muerte de....?- Ni siquiera alcanzo a terminar la frase cuando me interrumpe.
-No es seguro hablar aquí de eso, vamos a fuera.
Y sin más, empieza a caminar mirando hacia los lados y fingiendo que todo va bien, saludando a algunas hadas y ángeles que nos saludan mientras bailan y yo por su puesto, lo sigo.
Llegamos a la puerta trasera del palacio, donde hay un bosque, jamás he estado aquí por más extraño que parezca ya que desde siempre se me prohibió el paso me decían que aunque los demonios ya estaban desterrados ahí es donde se juntaban algunos y esperen para atacar, todo está muy oscuro y Félix les pide a los guardias que se alejen, solo estamos él y yo.
-Bien, ahora sí podemos hablar, Bibble me ha dicho que has estado preocupado sobre toda la situación que está pasando.
-Es solo que, no quiero ser el único que le importa la muerte de mi padre, del rey supremo, como es que nadie le toma importancia, como si nunca haya existido, no entiendo como todos fingen estar bien cuando todo se está yendo al carajo...
-Thomas, yo también me preocupo por todo lo que está pasando, que no se te olvide que independientemente de que Lucious era el rey y yo el senescal que le servía, él era mi hermano, era mi familia, era lo único que me quedaba y sé que ahora el trono necesita un líder, un jefe, un rey y es de lo que también quería hablarte.
Presiento lo que está tratando de decir cuando me agarra el hombro y empieza a decir...
-Tú eres el Thomas Ruswell, hijo del Rey y el heredero que tiene en estos momentos una carga muy importante...
Bien. Si lo dirá. Después de tanto tiempo que he esperado este momento por fin a llegado, aunque no quería que muriera mi padre y menos de esa manera tan extraña y solitaria con una traición en juego, mi sueño se puede llegar a cumplir, puedo llegar a gobernar Lighburn, llegar a ser rey, ayudar a los desterrados y poder comenzar de nuevo, todos en paz en el mundo luz, sin guerras, sin muertes, sin miedo.
-Si es que después de la muerte de mi padre me toca tomar su lugar, prometo...
-Me vas a coronar a mí, yo seré el rey supremo.
Quiero reírme, pero al ver que todo va enserio, el ambiente repentinamente se tensa. ¿Acaso soy tan malo como para gobernar Lighburn? ¿Acaso no seré buen rey? Félix sabe perfectamente que quiero hacerlo, que puedo hacerlo, como me pide que deje atrás que yo como hijo del rey corone a mi tío.
-¿Qué? Me estás tomando el pelo- Intento pensar en que me dirá que es mentira que sabe que puedo y que me va a ayudar a liderar al pueblo, siempre he apoyado y seguido a Félix, pero esta vez no pienso hacerlo, no pienso dejar mi sueño, pienso luchar y no solo por mí, si no por la gente.
-No, esto va muy enserio, yo soy el más preparado aquí, tu solo tienes 17 años, apenas sabes de la vida y no puedes tener tanta carga, no puedes tener tantas responsabilidades.
-Sabes que si puedo, todo me lo has enseñado tú, soy el mejor en todo el palacio con la espada, se como manejar a la gente, se cómo puedo ayudarla...
-No, no lo sabes, apenas eres un niño y ni siquiera puedes con tu vida, piensa en tu padre, piensa en todo lo que hizo, en como trabajó para desterrar a toda esa gente, llevarlas al infierno en el que pertenecen y hacerlos pagar por todo lo que hicieron...
-¡SON GENTE INOCENTE FÉLIX, GENTE QUE LLEVARON AL MUNDO DESTERRADO, GENTE QUE NO MERECÍA NADA DE LO QUE NOSOTROS LES PROVO....!
Y de repente, algo cambió y se puso en cámara lenta todo, solo escucho a un guardia correr tras nosotros gritando algo que no logro descifrar, hasta que veo y por fin regreso a la realidad.
-¡DEMONIOS!- Es lo único que llega a decir antes de que una flecha de madera le atraviese el corazón y caiga de rodillas frente a nosotros.
Saco mi espada y me muevo en círculo intentando ver algo en la oscuridad hasta que veo una sombra que corre para los adentros del bosque.
Félix también saca su espada y se dirige al palacio para buscar a los demás guardias, pero yo no, yo lo único que sigo es la sombra que intento no perder de vista, pero creo que el único que se está perdiendo soy yo.
Corro, corro y corro cada vez más para alcanzar esa sombra, ya perdí mi corona de ramas y lo único que llevo es mi espada en mi espalda, no puedo perder de vista a la cazadora, sé que es mujer, por lo visto, pero en estos momentos no me enfoco en como es ella, solo tengo un objetivo; entrar al mundo desterrado. He estudiado tanto sobre ello que si logró entrar podré saberlo todo, al fin podré saber su plan de venganza, puedo impedirlo y hacer una negociación.
Y de repente, no puedo más, me empiezo a marear un poco, se me nubla la vista y cada vez pierdo más el control y así es como lo confirmo.
He entrado al mundo desterrado y tengo que fingir ser uno de ellos para no morir.
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THE DARK PRINCE
FantasyDespués de 10 años de pasar la "Guerra Oscura" el rey Lucious muere de una forma trágica y despreciable en una noche de celebración, ante esta situación su hijo y príncipe Thomas al encontrar una pista que dejó el traidor y asesino de su padre, bu...