continuación

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Hasta que la madre le dijo: - hijo, eres muy chico para estas cosas, lo mejor será que te quedes.

Joshie no tuvo otro remedio que hacer caso y quedarse solo en la casa con aquellas chicas;Las honestas. A penas se largaron los padres, las chicas a ordenarle cosas… cosas algo raras:

- ¡Ey, Joshie es hora de empezar! dijeron agresivas.Harás aseo y veremos o mejor dicho nos deleitaremos al verte.

- Está bien- dijo el joven

- Alto, señorita, usarás esto para limpiar. Era un vestido largo entre azul y celeste.

El chico ya sabía por comentarios de muchos de sus amigos que Las honestas eran conocidas por causar vergüenza y dolor en estos actos para su satisfacción. Muchos niños les tenían mucho miedo.

El miedo era para Joshie algo complejo que si podías entender lo usarías a tu favor.

- Perfecto. – dijo él. – yo me lo pongo. – lo dijo casi con una felicidad abrumadora.

Esto hizo que Las Honestas se molestaran. Porque para ellas y su
maldita satisfacción insaciable, no tenía sentido si él lo disfrutaba.

Las honestasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora