Al siguiente día, Joshie demostraba verdaderos dotes usando aquel
extraño vestido y tacones.
Esto estaba siendo muy incómodo para
ellas… las estaba volviendo locas.
- ¿Quieren un fresquito? - preguntó
- Si gustas... sí. – dijeron ambas. Se lo tomaron y se fueron a dormir
juntas.
Esa noche el chico se acostó y empezó a hacer ruidos, ruidos fuertes… empezó a reírse, era bastante ruidoso sus risas… provocaba ecos interminables.
Ellas no lo soportaron más…- Ya basta… ya basta. – decían llorando. –Perdónanos. - seguían diciendo.
Cuando regresaron sus padres, él estaba vestido con uno de esos trajes azules, se veía muy coqueto y lindo.
- ¡Ay, gracias a Dios estás bien! - dijeron asustados de manera mutua.
- Claro que sí- expresó con su sonrisa. - Las honestas se fueron ayer. - dijo.
- Sí, lo sabemos; justo venimos de su funeral.
- Lo bueno es que al final si fueron a un funeral: ja, ja, ja – expresó
en su interior.
(M,21)
ESTÁS LEYENDO
Las honestas
ContoDos jóvenes ridiculizan a los niños que cuidan siempre vistiendolos a su antojo, pero este niño romperá sus esquemas y las volverá locas. El niño enseñará una fabulosa lección sobre lo malo que es el bullying y que no se debe mentir para evadir res...
