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Bueno para ser exacta casi muero al nacer, mis pulmones no estaban desarrollados en su totalidad y me separaron de mamá por unos días, veía unos cuantos cables conectados en mí, no podía respirar por mi misma, pero con los cuidados de las enfermeras, del médico y de mi mami crecí fuerte y sana, mamá se veía entusiasmada al inicio de su embarazo reunió a toda la familia para celebrar, pero ellos no reaccionaron igual, no les alegró la noticia simplemente porque mi padre ya tenía su hogar y sería una deshonra familiar.

Mamá poco a poco perdió  su sonrisa, mi papá la abandonó en un tiempo y tuvo que trabajar de aseadora, bueno no le fue tan mal ganaba su propio dinero era independiente y estaba muy orgullosa de haber salido de aquel pueblo con sus propios medios con unos cuantos billetes en sus bolsillos y muchas ganas de salir adelante, la admiro un montón, a pesar de su pasado amo a mi madre.

Cuando me quitaron la bala con oxígeno y podía respirar por mi misma fue uno de mis primeros logros en la vida.

A veces creemos que las cosas insignificantes solo suceden porque sí pero realmente cada cosa que hacemos es un logro, el simple hecho de que tu ahora que estás leyendo esta historia estés aquí te hayas  levantado el día de hoy y a pesar de que no nos conozcamos sé que estás luchando con tus propios fracasos pero la vida no solo son fracasos debes saber que si estás aquí es por un propósito especial, no sabes lo que puedes hacer con una sonrisa y un apoyo a una persona, puedes cambiar el aquí y el ahora.

Nací de seis meses, normalmente un bebé nace a los nueve meses y lo veo como un milagro, el estar aquí ahora pero esto solo es el inicio de mi historia así que ponte cómodo y disfruta de leer.

Como les decía mamá trabajaba super duro día y noche  por un futuro juntas éramos una sola alma y un solo cuerpo contra el mundo, pero mamá tuvo un fuerte sangrado, aquella tarde decidió trabajar muy duro para poder comer algo solo podía comer un par de huevos y arroz no era mucho pero necesitaba comer mejor por su estado.

Unas cuantas gotas de sudor escurrían en su rostro , tomaba su pancita y me decía que todo era por mí, pero lamentablemente el esfuerzo en exceso no es muy bueno, llegó de urgencias al hospital y por poco me pierde, me tuvo por cesárea, fue duro el comienzo el ardor que le causaba la cicatriz por donde me tuvieron que sacar, pero por amor ella padeció esos dolores.

Fui creciendo como una niña normal, aunque nací baja e peso estaba creciendo muy fuerte y sana gracias a mamá, papá nos visitaba me llevaba pañales y algunas cosas necesarias, me tomaba en sus brazos y me sonreía, no lo veía todos los días pero  sentía que me quería.