FRAYED

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Estábamos sentados en un autobús

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Estábamos sentados en un autobús. Después de todo lo que paso estábamos en un estúpido autobús. Estaba sentada en el asiento de a lado de Stiles y Scott.

Scott estaba recargado en la ventana. Yo estaba acostada en el asiento mirando al techo. Aun me dolían un poco las heridas y estaba segura que Scott igual porque también sentía su dolor.

—Scott. Oye, Scott. —dijo Stiles mirándolo. —¿Sigues aquí? —dijo y Scott lo miró.

—Si, perdón. —dijo Scott. —¿Cuál es la palabra?

—Anacronismo. —dijo Stiles mirando la Tablet y yo bufe.

—Algo que existe fuera de su tiempo normal. —dijo Scott.

—Bien, siguiente palabra "incongruente". —dijo Stiles.

—¿Puedes usarla en una oración? —pregunto Scott.

—Es totalmente incongruente que estemos sentados en este autobús para ir a una ridícula reunión escolar después de lo que paso. Incongruente. —dije mirándolo y el suspiro.

—Fuera de lugar, ridículo, absurdo. —dijo Scott.

—Bien hecho. —dije alzando ambas cejas.

—Bien, siguiente palabra. —dijo stiles. —Darach, es un sustantivo. —dijo y ambos lo miramos. —Debemos hablar de eso tarde o temprano. —dijo mirándonos.

—Vamos a estar aquí cinco horas, tenemos tiempo. —dije mirándolo mientras me sentaba.

Scott se recargo en la ventana y cerro sus ojos un poco.

—Siguiente palabra...—continuo Stiles. —"Intransigente" —dijo.

—Terco, obstinado...—comenzó a decir y pasamos por un bache.

Scott apretó los ojos e hizo una mueca de dolor.

—¿Estás bien? —pregunto Stiles mirándolo.

—No debimos venir. Sigues herido. —dije preocupada.

—Teníamos que venir. Hay seguridad en grupo. —dijo Scott.

—También hay muerte en grupos y se llama masacre. —dije y Stiles asintió.

—Baño de sangre, matanza, sacrificio, carnicería, vaya, es...—dijo Stiles mirando la Tablet.

Scott se quejó de dolor y ambos lo miramos.

—Le diré al entrenador que...—dijo Stiles levantándose, pero Scott lo detuvo.

—No. Estoy bien. —dijo y ambos lo miramos dudosos.

—No te ves bien y no estas bien, Scott, puedo sentirlo. —dije mirándolo.

—Estoy bien. —dijo mirándome.

—Tu herida. —dije y el suspiro. —Quiero verla. —dije y el me miró dudoso.

—De acuerdo. —dijo y se alzo la camiseta un poco.

THE DARACHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora