Cuatro meses han pasado desde lo sucedido con el Kanima. Derek junto con Olivia e Isaac buscan a Boyd y Erica los cuales fueron secuestrados por una manada de Alfas.
Olivia tiene más control sobre sus poderes.
Una manada de Alfas que solo traen prob...
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—¡Derek! —escuchamos la voz de Jennifer quien entro corriendo a loft.
Por suerte habíamos llegado primero y con un plan. Uno muy bueno.
—Derek, ¿Dónde estás? —pregunto buscándolo.
—Aquí. —dijo Derek.
—Gracias a Dios—dijo ella caminando rápidamente hacia él y lo abrazo fuertemente. —Algo paso en el recital en la escuela. Quiero contarte antes de que te enteres por ellos.
Mire a Stiles y tome su mano. El me miro y sonrió ladinamente.
—¿Por quienes? —pregunto Derek.
—Scott, Stiles, Olivia. —dijo Jennifer. —Van a decirte cosas que no puedes creer. Debes confiar en mí, ¿sí? —dijo mirándolo. —Confía en mí.
—¿Qué pasa? —pregunto Derek.
—Prométeme que me escucharas. —dijo ella sonando inocente.
—Lo prometo. —dijo Derek.
Ella sonrió y lo beso. Derek no le correspondió el beso y ella se separó. Ya lo sabía.
—Ya llegaron, ¿cierto? —dijo y los tres nos miramos entre sí.
Derek miro hacia nuestra dirección y los tres salimos de donde nos ocultábamos.
—¿Te dijeron que era yo? —dijo mirándonos con una ceja alzada. —¿Qué me llevo personas? —dijo y cuando miro a Derek tenía una mirada de no matar ni una mosca.
—Le dijimos que eres la que mata a las personas. —dijo Scott.
—Así es. ¿Qué hago sacrificios humanos? —dijo ella con tono burlesco haciéndose la desentendida. —¿Qué las degolló? Si, probablemente lo hago en mi hora de almuerzo. Así regreso a enseñar ingles en la preparatoria el resto del día. Es totalmente lógico. —dijo sarcásticamente alzando ambas cejas.
—¿Dónde está mi papá? —dijo Stiles con la voz cortada y los ojos cristalizados.
—¿Cómo puedo saberlo? —pregunto.
—Derek, dime que no crees esto. —dijo ella mirándolo.
—¿Sabes lo que le paso al padre de Stiles? —pregunto mirándola con una ceja alzada.
—No. —contesto ella negando.
—¿Pregúntale porque casi mata a una de mis mejores amigas? —dije mirándola.
—¿Lydia Martin? —dijo ella fingiendo estar confundida. —No se nada sobre eso.
—¿Qué sabes? —pregunto Derek.
—Se que estos niños, por alguna razón equivocada están contándote una historia absurda que no pueden probar. —dijo y nos miró.
