When you choose yourself / 1d

Niall

Zayn está parado frente a él con los ojos rojos y esta vez no es porque haya estado fumando (o tal vez sí (sólo un poco)).

Le ha hablado sobre todo lo que piensa hacer, todo lo que le han hecho y que su decisión esta tomada.

Ha pedido perdón unas cuantas veces también.

Niall esta dándole la espalda porque no quiere que lo vea llorar.

Trata de detener las lágrimas con sus manos y los suspiros los esconde muy bien. Toma su cabello entre sus húmedas manos y lo revuelven un poco; tratando de calmar su voz para poder hablarle a Zayn.

—Yo...— comienza Zayn, y pronto observa a Niall voltear con ojos húmedos e irritados haciendo que su voz se corte y no tenga valor suficiente para seguir.

Sus ojos se conectan y silenciosamente ambos suplican.

—¿Por qué no...lo piensas una vez más?— cuestiona Niall.

Él sólo trata de retenerlo un poco más.

—Niall, yo no-

—Piénsalo— le interrumpe antes de escuchar su negación.

Zayn lo mira con más tristeza aún, se siente culpable.

Pero él simplemente no puede más.

Así que niega sutilmente con la cabeza, haciendo que sus cabellos azabaches se despeinen aún más.

—Por favor— suplica el menor.

—Por mi— vuelve a suplicar después de recoger unas cuantas lagrimas debajo de sus ojos.

Y nadie puede negarle algo a Niall.

—Sólo...piénsalo una vez más— dice rápidamente antes de salir de la habitación para que Zayn no mire sus lagrimas.

No quiere que se sienta mal.

No quiere que se vaya.

Y así cuando no está a la vista del moreno, se derrumba en temblequeos y lagrimas, abrazándose a sí mismo en busca de consuelo.

Luego recuerda que Zayn es bueno para dar eso.

Y a pesar de que eso lo hace llorar aún más dolorosamente, entra de nuevo lentamente por la puerta sorprendiendo a Zayn cuando se abalanza a sus brazos sollozando. Y Zayn solloza también.

Niall lo abraza con vehemencia y besa dulcemente su mejilla.

—Te quiero, no lo olvides, por favor— susurra Zayn en tono suplicante mientras aferra su agarre al blondo.

—Me vas a hacer llorar de nuevo— ríe un poco el rubio.

Estarán bien.

En los minutos que duran entre sus brazos y sus lagrimas secan, pueden darse cuenta que tal vez estarán bien.

Y que sólo tal vez, esto no va a acabar mal.