sanzu y mitsuki son amigos desde la infancia por sus hermanos Takeomi y Wakasa, sanzu siempre tuvo una atracción en mitsuki ya que era de las pocas personas que no le tenía "miedo" y que tampoco lo trataba diferente por su aspecto aunque esté nunca...
-hola Princesa.- dije sentandome al lado de ella en la silla de la biblioteca, mi voz sonaba atrás vez de mi cubre bocas.
-hola sanzu.- respondió viendo su libro la cual no estaba seguro si era de entretenimiento o de la escuela pero estaba muy concentrada en ello y sus expresiones cambiaban cada que leía una palabra.
Ella le gustaba leer libros de todo tipo, leí algunos que ella hablaba ansiosamente de cuanto le habían gustado, aunque a mí leer no me apasiona solo me gusta tener algo la cual concersar.
-¿Que lees?- pregunté asomando mi cabeza a las letras de aquel libro y leerlas un poco aunque entendía nada de aquellos diálogos, golpee mi cabeza con su barbilla levemente.
Ella solo como respuesta apoyo su mentón.
-una historia de dos chicos las cuales su amor ni puede ser correspondido ya que soy de clases sociales diferentes y su familia está hasta dispuesta a asesinar al protagonista con tal de que la chica no se case con el, está ambientado en la edad media.- dijo mientras apartaba mi cabeza y quedamos mirándonos cara a cara, tenía una gran sonrrisa debajo de mi cubre bocas y en mis ojos se podia reflejar mi felicidad que me producía de solo estar a su lado.
Mitsuki siempre me a gustado en general, es mi única amiga y compañera, solo que siempre mi miedo al rechazo a los demás tanto por ni físico como mi pasado no me permite expresar las cosas directamente.
-me pregunto por qué siempre conmigo eres más risueño, con tus amigos eres más serio y aburrido.- dijo mientras con su mano pasaba por mi oreja quitándome poco a poco aquel cubre bocas.
Esa acción la pare de inmediato y quite sus manos de forma brusca y lo acomode denuevo.
-sa-sabes que no deberías hacer esto en lugares públicos.- dije algo tartamudo y viendo hacia todos lados para ver si nadie me había visto.
De solo pensar las caras de desagrado y terror de la gente cuando ve mis cicatrices pone muy nervioso.
-perdon, solo que, me gustan mucho tus cicatrices, son... Peculiares, me gusta lo peculiar.- dijo con una sonrisa acomodando mi cabello detrás de mi oreja, yo solo podia observar cada acción que hacía.
Espera, ¿Le gustaban mis cicatrices?, Ella siempre me decía que no tenía que utilizar aquel cubre bocas cuando estábamos los dos, pero nunca me había dicho que le gustarán, con ella siempre pude ser yo mismo y no ocultar me en un caparazón de frialdad y silencio pero muy pocas veces ocurrian los halagos, mayormente los hacia yo.
-nu-nunca me habías dicho que te gustaban.- dije tartamudo a la impresión de su halago, ella me hacía sentir... Amado y especial...
-sanzu, a mí me gusta todo de ti haha.- respondío al final con una risita tapando con si mano su boca y volviendo a sumergirse en su libro y mientras leía tenía una sonrrisa tonta.
