esta historia estará basada en la novela y Manga de ✨la emperatriz divorciada o la emperatriz se volvió a casar ✨ claro está adaptación no respetará dicha novela y Manga
este es mi primera obra así que veré qué sucede
Personajes :
Seong Yang
My...
El silencio sepulcral que reinaba en la sala fue abruptamente interrumpido por la voz del sumo sacerdote.
— ¿Está segura de que desea aceptar este divorcio?
La emperatriz Navier, con una compostura que desmentía la gravedad del momento, asintió firmemente.
— Sí, acepto este divorcio.
Un murmullo sordo comenzó a extenderse por toda la sala, y entre los presentes, un hombre no pudo reprimir una sonrisa al escuchar la decisión de la emperatriz.
Sobieshu se sintió al mismo tiempo aliviado y culpable. Sus pensamientos estaban a punto de consumirlo cuando la emperatriz habló de nuevo, con voz clara y resonante:
— Acepto este divorcio, pero solicito autorización para volver a casarme.
El anuncio cayó como un rayo entre los asistentes, dejando a muchos, incluido aquel hombre, con un sabor amargo en la boca.
—¿Con quién? — preguntó alguien, la intriga palpable en su voz.
En ese instante, la puerta se abrió con un crujido y un hombre con un velo negro transparente hizo su entrada. El rostro detrás del velo era reconocido de inmediato por aquel hombre que observaba.
—No, ¿por qué él? ¿Por qué ese mujeriego de cuarta? — murmuró para sí con desdén.
El recién llegado, sin inmutarse, sonrió levemente y preguntó con un toque de teatralidad:
— ¿Puedo hacer ya mi gran entrada?
El emperador, tomado por sorpresa y claramente perturbado, exclamó:
— ¡NAVIER! ¡NO SERÁ ÉL CON QUIÉN...!
Pero fue interrumpido rápidamente por la emperatriz, cuya voz no admitía réplica:
—Él es con quien quiero casarme.
A un lado de la sala, Seong observaba la escena, ocultando su rostro detrás de su abanico para que sus emociones no fueran vistas por los demás.
Con lágrimas brotando de sus ojos, se preguntó amargamente:
—¿Cómo fue que esto acabó así? ¿Por qué no soy yo el que está al lado de mi diosa? Él no la merece, yo sí. ¿Por qué es la vida tan injusta conmigo?
En su mente resonó una voz, quizás su conciencia:
—Lo siento, amigo, pero no era tu destino estar con ella.
— ¿Cómo fue que todo terminó así?
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LA INVITACIÓN
[Ace un año]
Era un día espléndidamente soleado en el imperio Zodiacal. El príncipe se encontraba en el despacho de su padre, meticulosamente organizando un montón de documentos para entregárselos. Mientras los revisaba uno por uno, su atención fue capturada por un sobre de un rojo intenso que parecía desentonar entre la habitual papelería. Movido por la curiosidad, decidió abrirlo.
