Capitulo 2

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Una visita inesperada

En el imperio Oriental, la emperatriz estaba sumida en la organización de los preparativos para la llegada de los invitados

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En el imperio Oriental, la emperatriz estaba sumida en la organización de los preparativos para la llegada de los invitados. Se movía con rapidez de un lado a otro del palacio, tan absorta en su tarea que no encontró momento para informar a su esposo de las últimas novedades, lo cual suscitó la curiosidad y sorpresa del emperador por el inusual comportamiento de su esposa.

-¡Emperatriz! - llamó el emperador, avanzando hacia ella con paso decidido. La emperatriz se detuvo en seco, girando para enfrentarlo.

-¿Qué sucede, emperador? -preguntó con calma, notando la tensión en su voz.

El emperador iba a expresar su preocupación, pero se detuvo abruptamente al recordar que hace poco vio a un guardia entregarle una carta a su esposa. Desconociendo el contenido pero sospechando por la situación, saltó a una conclusión precipitada.

-Oh, ya entiendo. Estás así por la carta, ¿verdad? Estoy seguro de que es de tu amante - dijo, su voz teñida de seriedad y un toque de celos.

La emperatriz se mostró visiblemente indignada ante tal acusación.

-Emperador, no es la carta de ningún amante - replicó con firmeza -Es la respuesta del emperador del imperio Zodiacal, aceptando la invitación al banquete de Año Nuevo. Sus hijos llegarán hoy mismo.-

El emperador quedó sorprendido al escuchar la verdadera naturaleza del mensaje y sintió una mezcla de alivio y vergüenza, aunque su orgullo le impidió mostrar abiertamente su arrepentimiento.

-Entiendo - dijo finalmente, recuperando su compostura.

-Es necesario que el emperador de Oriente asista personalmente a la bienvenida de los invitados -añadió la emperatriz, subrayando la importancia del evento.

-Allí estaré, no te preocupes- respondió el emperador, y con un gesto afirmativo, se retiró para prepararse para la recepción.

La emperatriz, tras el breve intercambio, retomó sus labores, decidida a asegurar que todo estuviera perfecto para la inminente llegada de sus distinguidos visitantes.

La emperatriz, tras el breve intercambio, retomó sus labores, decidida a asegurar que todo estuviera perfecto para la inminente llegada de sus distinguidos visitantes

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Amantes  (La Emperatriz Divorciada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora