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DIAS ANTES de que Amelia y Malcolm entraran a preparatoria, ambas familias hicieron una visita al zoológico.
Amelia y Andrew habían ido a un campamento, mientras que sus hermanos fueran a visitar a su abuela a España.
El reencuentro entre ambas familias había sido satisfactoria, mientras que para Amelia y Malcolm, había sido algo incómoda, y todo empeoró luego de que quedarán atrapados junto a un par de tigres.
Ambos se encontraban en el estacionamiento, camino a sus camionetas.
Olivia y Lois iban delante de sus hijos riéndose, Will y Hal se secreteaban, Alyssa iba conversando con Andrew, Reese se encontraba dándole pequeños besos a Alexandra en el cuello, Alice y Dewey iban señalando cosas en el cielo, y por último Malcolm y Amelia en total silencio.
—Creo que después de este incidente veré la vida de otra manera—exclamó Malcolm observando a la castaña.
—Tienes razón, es increíble cómo algo tan simple, cómo ser casi devorados por tigres, te cambia la vida—le siguió.
—¡Se siente genial estar feliz!—sonrió ampliamente.
—Claro que, porque tenemos que aprender nuestras lecciones a la mala...—Amelia analizó la situación.
—A nadie le toca así...—la apoyó Malcolm.
—Porque el universo cree que tiene que medio matarnos para hacernos comprender...
—Nuestra vida es un asco...—dijeron al unísono.
—Adiós Amelia.
—Adiós Malcolm.
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