Volviendo a ti

Capítulo 12

Nicolas

—Y dime pequeña ¿Qué has hecho este tiempo que no nos hemos visto?- Le digo a mi princesa, mientras la sostengo en mis brazos, desde que me abrazo, no la he soltado y su cabecita sigue en mi hombro.

—Extrañarte mucho a ti, a mi tío y a mi abuelita- Susurra-¿Por qué no habían venido antes?- Levanta la cabeza para verme a los ojos y puedo ver un destello de tristeza en ellos.

—Lo lamento princesa, pero ya sabes que la universidad me da mucha tarea- Miento, como le dices a una niña que realmente la tienen alejada del mundo por que su familia la considera una vergüenza, menos yo y mi hermano, claro.

—Espero pronto termines eso – Dice volviendo a su antigua posición en mi hombro.

—¿Por qué lo dices?- Pregunto ya sabiendo su respuesta.

—Por qué quiero verte más seguido, no me gusta estar sólita- Dice escondiendo su rostro, se que no le gusta llorar y a mi menos, hago todo lo que puedo para que ella este feliz- ¿Cuándo podré irme con ustedes?-

Esa misma pregunta me hago yo, como quisiera poder tomarla he irme, pero por mi posición no puedo tomar a mi princesa y salir del castillo en que la tienen presa.

—¿No te gusta estar acá?- Le digo sobando su cabecita.

—No me gusta estar aquí, esas personas- Dice mostrando me su rostro pero esta vez con cara de enfado, señala a la casa- son unos aburridos, no les gusta jugar y tampoco me dejan, todo es clases, clases y clases-

Hace caras tratando de imitar a las personas que la cuidan y me hace sonreír por cada uno de sus gestos.

—Sabes que no es posible por ahora que te saquemos de acá, me encantaría llevarte con migo y en un futuro espero que así sea- La bajo de mis brazos para ponerla en suelo y  me pongo a su altura, ella me mira y hace una cucharita con sus labios- No hagas eso hermosa, tienes que entenderme, aun me faltan cosas para poderte llevar conmigo…-

—¿Qué cosas?- Me interrumpe rápidamente sin dejar de hacer cucharita.

—Me falta un trabajo, no puedo llevarte si no tengo con que darte de comer- Le explico- Falta una casa…-

—Podemos vivir bajo un puente, no tengo problemas- Dice otra vez interrumpiendo, más que enojarme, me da risa que lo haga y comprendo sus razones para querer irse de este lugar- Podemos vender mis muñecas y compramos comida-

Esas palabras se que son de verdad y no es que no agradezca tener todo lo que ella tiene, ella desde que aprendió hablar ha sido una niña muy agradecida, a pesar de su situación y del porqué está encadenada a la oscuridad.

—¿No te gustan tus muñecas?- Me hago el sorprendido.

—Si me gustan, pero quiero salir de acá y poder estar contigo papi Nick -Ella sabe que amo que me diga así.