Capítulo 1

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Camila

Alguna vez les ha pasado que sienten que todo en su vida está bien, pero pasa algo que estropea todo, ¿No? pues a mi si, estaba muy feliz en mi cama hasta el odioso sonido de mi alarma empezó a a sacarme de mi bello sueño avisando que era hora de levantarme para ir a la universidad, arruinando mi perfecto sueño donde el chico que me gusta me daba el beso de mi vida, pero la realidad tuvo que llegar a mi en forma de un objeto desesperante.

Al final no tengo de otra y me levanto sintiendo como mi cuerpo deseara seguir aun en mi cama.

-Camila date prisa o llegaras tarde a la universidad- Escucho la voz de mi mamá desde la cocina.

Intento darme prisa, en serio que si, pero mi cuerpo no coopera y mi mente menos, diciendo que cuando llegue a la universidad la realidad me golpeara con la realidad de que el chico que me gusta ni siquiera sabe que existo y que hay muchas chicas a su alrededor que son mucho mejor proporcionadas que yo.

Si mi mente no ayuda a que quiera superarme, ya que dándome esos datos hacen que mis ganas de salir de casa sean nulas.

Se que soy muy dramática pero vamos quien más seria como yo Camila Jhonson, una chica de 19 años, que vive con su madre, ya que su padre no tuvo la decencia de ser un caballero y quedarse, prefirió salir corriendo ¡COBARDE!, no habrá otra chica con mi historia en todo el mundo, similares tal vez pero no la misma.

-Camila baja ya - Grita otra vez mamá, en ocasiones creo que le gusta hacerlo.

Apesar de sus gritos la amo, mi mamá es como una super mamá para mi, al no estar el donante de esperma, ella tuvo que ser madre y padre para mí, salió adelante con su carrera de enfermera y al mismo tiempo cuidar de mi, deberían darle un premio a las mamá que pasan por eso, Sará Johnson es una guerrera.


Tiene una sola cosa que no me gusta y es su interes por mi vida amorosa y en el hecho de que no tenga a nadie hasta que me gradué, por miedo a que se repita la historia de ella y el donante, pero por más que le digo que no sucederá, empezando por el hecho de que no tengo novio, bueno ni siquiera he dado mi primer beso pero nada gano en una discusión con ella, ya que ella sigue en lo mismo, a pesar de todo mi mamá es una persona agradable y nos tenemos mucha confianza pero ya basta de tanto contarles de mi vida.

Me termino de alistar para salir de mi habitación lista para continuar con mi vida de chica invisible, lo único bueno de ir, aparte de estudiar porque quiero ser una gran diseñadora, es el poder ver aunque sea de lejos al chico de mis sueños, se que se escucha deprimente eso de ver lo de lejos, pero me encanta ver lo sonreír es algo que cambia mi día.

Bueno creo que me desvié del tema por estar en Nicolandia, lugar en el que mi mente se mantiene la mayor parte del tiempo, espero algún día dejar de hacer eso.

Al salir bajo las escaleras y giro ala izquierda para llegar ala cocina y encontrar a mama con su sonrisa mañanera y con mi desayuno y el de ella listo.

-Camila que si dilatas un minuto más en tu habitación, subiré y ambas sabemos que eso no es bueno para ti- Grita y estando atrás de ella pareciera que dejo su interior en esa última frase.

-Buenos días, mamá- La asusto, ella me voltea a ver con la mano en su pecho.

-Cam no vuelvas hacer eso- Dice volteando otra vez a la cocina para tomar el café y servir lo.

Volviendo a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora