Crónicas de Hyurilk: Raptada

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Luego de advertir a sus atacantes, Dravos instò a Mohe a liberar a las demás especies mientras él distraía a los Horbils atacando con su tentáculos. Mohe se movió rápido y liberó a todis los esclavos.

Dravos tenía que admitir que en toda su eternidad, en todas sus guerras y batallas sangrientas, nunca vio el nivel de violencia cruda como el de Mohe. Si bien sabia que su especie podía llegar a ser demasiados volátiles en campo de batalla, nunca se imagino que los niños tuvieran ese talento tan innato, y a eso hay que agregarle el hecho que está furioso con los Horbils.

Vaya saber que clase de maltrato sufrió el joven macho.

En este momento agradecía que Rane y la niña no estuvieran presentes, no queria que se traumaran.
Dravos notó que las demás especies estaban inspirados por la resistencia de ambos y optaron por seguir su ejemplo y pelear a su lado.
La rabia y la venganza abundaban en el aire mientras destrozaban a la Horbirls llevándola a muertes cada vez más desagradables, habia olvidado lo que se snetia estar en un campo de batalla auqneu esta no era técnicamente una peor aún así, sus tentáculos se retorcían ante la emoción de derramar la sangre del enemigo, uno que casi lastima a su esposa.

Si, esto era mas que correcto.

Dravos se metió a la gran nave en búsqueda de mas Horbils para matarlos lenta y dolorosamente. No tardó mucho en localizar a un grupo de Horbils escondiéndose como los cobardes que eran, su sed de sangre y violencia lo hizo temblar por lo que no dudo ni un segundo en atacar, no le importaba si estaban o no armados, la inmundicia no merecía piedad.

Exclavistas.

Traficantes de armas y drogas.

Venta de hembras con el fin de prostituirlas.

Y aún así ¿Merecían piedad?  Que los Dioses lo perdonen pero él no se quedará ahi parado y dejándolos libres, los torturarla antes de matarlos eso si.

Cuando un macho horbils intentó dispararlo con su arma, Dravos instantáneamente lo desarmó para tomarlo con sus tenculos y envolverlo de forma axfisiante. El placentero sonido de sus huesos romperse era una melodía hermosa para el asesino que vivía en Dravos, uno que ha estado escondido por tantos años pero que ahora ha encontrado la excusa para salir.

El olor del miedo... Del pánico casi lo hizo gemir, casi lo hizo explotar de adrenalina mientras uno a uno los iba matando de forma tan dolorosa, cruel y sangrienta. ¡Si! Esto era lo que merecían.

—  Por favor, por favor no. —  Dijo el último horbils, el más joven de todos, temblando de miedo pero Dravos no se detuvo.

— Rogarme no arreglará  nada, tal vez incluso quiera matarte aún más, divertirme antes de acabar contigo.— Dravos de acercó y dejó que sus tentáculos lo tomarán del cuello y lo elevaran a su altura mientras que el horbils se retorcía quedando sin aire.— Tu especie casi me quitó a mí sherik, tu especie tiene la estúpida idea de creerse superiores y jugar a ser exclavistas. Que lástima que sin sus tecnologías avanzadas no son nada más que asquerosas criaturas mal vivientes. No merecen compartir con nosotros este universo.— Dravos puso uno de sus tentáculos en punta, una punta tan filosa y letal que al atravesar el cuerpo de su enemigo sería u muerte instantánea.— Me encargaré que no sigan robándonos nunca más.

— ¡DRAVOS!

Esa voz lo hizo detenerse y volver en si, miró hacia atrás y vió a su amada hembra en la ouerta mirándolo con horror. Dravos desvío la mirada para ver el desastre que había hecho ahí: cuerpos desmembrados, sangre por todos lados, cabezas por aquí y por allá. Si... Al parecer se había perdido un poco los estribos.

— Rane vuelve a la nave.

— No.— Dijo su terca hembra haciéndolo gruñir.— Dravos, no lo mates...

— ¡Él es un exclavista!— Gruñó entre dientes.— ¡Él pudo haber colaborado con tu captura!

— Lo sé... Pero lo necesitamos.— Dravos la miró confundidos y Rane suspiró.— Estos no son los únicos exclavistas, no son los únicos que secuetran a hembras y las venden. Hay mas como él.— Rane se acercó a Dravos y tocó con cuidado a uno de los tentaculos furiosos oara calmarlos, el efecto fue al instante, donde antes habia una piel roja furiosa ahora volvía a su tono gris oscuro normal.— Él podría decirnos dónde estan los demás, él podría ayduarnos a cambio que lo dejes vivir. ¿No es así horbils?

La criatura ya no podía hablar por la fuerza del tentáculos en su garganta pero asintió cobardemente, otra prueba de que ellos no tenían honor alguno.
Rane supiró y miró a Dravos, él no estaba muy convencido aún pero lentamente lo bajó para luego rápidamente noquearlo de un solo golpe dejando que el pesado cuerpo del horbils caiga haciendo un escandaloso sonido.

— Debiste quedarte allá arriba.— Dijo Dravos buscando algo con que sujetar al horbils.

— Te sentí...— Susurró tímidamente y Dravos se giró a mirarla confundido.— Pudr sentir tu ira y violencia, tu odio tanto como si fuera mio y me preocupé, cuando pierdes la cabeza nads bueno sale de eso.

— ¿Me... Sentiste?— Susurró sorprendido, casi catatónico. Rane solo asintió tratando de alejarse de la escena de la masacre, sentía que iba vomitar al ver tanta sangre verde y viscosa por todos lados y luego estaba ese repugnante olor a agrio.— ¿Sabes lo que significa eso?

— Supongo que el vínculo se está fortaleciendo.

— Es más que eso, nos estamos uniendo completamente. Pronto el vínculo caerá en su lugar y estaremos unidos como si fuéramos uno.

Rane sonrió ante esa idea tan romántica, aunque ahora tendría que tener cuidado con lo que pensará aunque ya no tenía vergüenza frente a sus machos.

— Está nave.— Dijo Rane mirándola.— Podemos tirar estos... Cuerpos...— Dijo dudosa al ver qué solo quedaba pedazos de lo que alguna vez fue un cuetpo.— Y podemos darle a las especies para que vuelvan a casa con ella.

— Eso pensaba hacer... Pero la niña tendrá que venir con nosotros, puede ser que sea una futura sherik y no lo sabemos... El problema es que Mohe tendrá que venir con nosotros.

— ¿Mohe?

— Es el macho que estaba con ella. En realidad es un niño también.

— ¡¿Un niño?! He visto como dejó a los Horbils, me cuesta creerlo.

— Lo sé... Pero su especie es así. Vamos a llevarlos con nosotros, tal vez los neceitemos como testigos.

— Esta bien.

Rane lo miró por un segundo y se sintió excitarse, se veia tan sexy sudado y aún cuebierto de la asqueeosa sangre verde.

Estoy mal... Hornomas esperen a que estemos en casa ¿Si?

Sin embargo la necesidad picaba en ella y sabía que no podria aguantar mucho si antes no lo besaba mínimamente.

— Dravos.

— ¿Si?— Dijo el macho girandose para encontrarse con la sorpresa de su esposa besarlo desesperadamente.

Dravos se vio sorprendido pero rápidamente le siguió el beso, tal vez más profundo de lo que Rane inició. Ambos tenían la necesidad de consumirse en ese beso, la desesperación estaba ahí, haciendo un ruido intenso como si nunca antes habia sido satisfecha. El cuerpo de Rane se volvió sensible, mucho más que antes.

Una sola mirada a sus machos y su cuerpo pedía ser adorado de la forma tan única como ellos lo hacían y jamás se cansaba.

— Cuando...— Gruñó Dravos excitado.— Volvamos a casa, te follaré como si no hubiera mañana. Voy a curar a tus machos para que te den tanto como te gusta, princesa.

Rane sonrió.

— Como cajón que no cierra.

Bueno, si aprobé el examen pero debo rendir su parte oral y algo nuevo así que solo traigo esto.

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Los quiere Vere!!