buenos días

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salu2, bebito. llevo pensando en escribirte un fanfic desde hace tiempo, y como tú me has escrito hoy uno he decidido hacer lo mismo para ti. además estás un poco regulín y es posible que esto te ayude (aunque solo sea mientras lo lees).

tú mismo me diste la idea para esta "historia", así que creo que es posible que la disfrutes mucho. y si no te gusta por lo menos habré hecho algo medianamente productivo en mi día (he supuesto que ver una temporada de "the office" no cuenta, pero quién sabe).

como cada día, ella se levanta antes. da igual que sea fin de semana o un día cualquiera, ella es siempre la primera en pie. apaga el despertador que está sobre la mesilla y se gira para mirarle a él, que tiene los ojos entreabiertos. se abrazan durante unos minutos antes de que ella se destape y pise el suelo por primera vez en el día. se dirige a otra habitación, una biblioteca, supongo, puesto que cada vez que vuelve de ella trae un libro distinto. a veces están nuevos, otras veces son antiguos. en general todos tienen marquitas de colores que probablemente tendrán algún significado para ella y para nadie más y frases subrayadas por todas partes. 

a diferencia de otros días, se vuelve a meter en la cama, donde el chico espera más dormido que despierto. se acerca todo lo que puede a él, como si la idea de dejar medio centímetro de distancia entre sus cuerpos le hiciera daño. ante esta anomalía en su horario habitual, el chico se espabila un poco y la rodea con sus brazos suavemente inhalando el olor de su pelo. ella se retuerce para mirarle y le da un beso en la nariz, gesto que él imita. abre el libro por una página marcada con un mechero, lo primero que encontró cuando dejó de leer anoche, y se lo enseña. él protesta, porque las siete de la mañana es demasiado pronto para leer, maría. ella agita el libro durante un instante hasta que él lo coge y lee el párrafo subrayado. con los ojos muy abiertos, la chica espera a su reacción, y él no la decepciona. una lágrima se desliza por su mejilla mientras comienza a hablar sobre sus frases favoritas y lo genial que es que a ella le encante leer y lo mucho que disfruta con las partes que le enseña porque ella sabe perfectamente lo que le va a gustar. 

pasan un rato más abrazados y dándose pequeños besos hasta que él le recuerda que va a llegar tarde a su trabajo. maldiciendo en voz baja, ella sale de la cama por segunda vez y empieza a prepararse. por lo que tengo entendido, su trabajo tiene algo que ver con libros. corrige manuscritos en la cama a menudo, protestando porque la gente no sabe poner una coma donde toca mientras él se ríe porque no todo el mundo es tan perfecto como tú, bebita. él la acompaña a la cocina para desayunar. chocoflakes y colacao, probablemente. siempre ha sido así. no sé cómo no se cansa nunca. ella apenas desayuna, cosa irritante para él. no necesito desayunar mucho, luis. se apresura al baño para lavarse y él la sigue. su horario no es tan estricto como el de la chica, pero igualmente se tiene que preparar. todavía tiene que ducharse y vestirse, y tarda años. mientras ella se lava los dientes y se peina, él se mete en la ducha. siempre me ha parecido que están muy cómodos el uno con el otro. quién pudiera ser una persona en vez de una cama, ¿no?

ella vuelve a la habitación para vestirse. a veces pienso que tiene un uniforme. vaqueros, ropa negra, de vez en cuando algo marrón o verde. hoy ha tocado verde, quién sabe por qué. en el mismo momento en el que ella termina de calzarse (sus zapatos también son negros, sorpresa), él entra por la puerta con el pelo mojado. por alguna razón a ella le sigue encantando verle así, así que se acerca y pone sus brazos alrededor de su cuello porque estás relindo, luis. él la rodea por la cintura y la besa, riéndose de ella porque eres muy predecible, maría. a veces se parecen a las películas que ella ve por la noche cuando no puede dormir, esas en las que chico y chica se enamoran y son felices para siempre.

por fin se despegan y van juntos hacia la puerta, donde se despiden con más besos hasta la hora de la comida.

pov: eres una camaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora