sugar daddy [Pausada]

Cap 4: "castigos después de la práctica"

Sakusa Kiyoomi era muchas cosas

El número 15 de Msby, un rematador lateral, el mvp durante su tiempo en la universidad y semi-dedicado; pero no un sugar daddy, eso si que no. Incluso pensar en eso le hizo apretar la mandíbula y apretar los dientes con evidente irritación.

Y su enojo ciertamente no se calmó cuando lo ataron a un castigo nocturno con el mismo compañero de equipo que lo había metido en todo su lío.

"¡Estoy tan decepcionada de ustedes dos! ¡Luchando como niños! "

Atsumu y sakusa se sentaron uno al lado del otro en el banco de metal, magullados y golpeados por la práctica, y una "pequeña" pelea que estalló justo antes de que llegara el momento de regresar a casa. Frente a ellos estaba su gerente, nanase kimura, que prácticamente estaba echando humo ante la idea de tener que desperdiciar el resto de su viernes por la noche regañando a las dos personas que menos esperaba que tuviera que hacerlo.

"¡No puedo creerlos, chicos!" Se frotó las sienes, suspirando derrotada y desilusionada. Si la pobre chica tuviera que saber que dirigir un equipo profesional devoraría viva su cordura tal como lo hizo en la escuela secundaria ...

Ella simplemente habría aceptado ese maldito trabajo de escritorio.

"P-pero nana-chan fue Sakusa quien"

"¡No quiero escucharlo miya! ¿Y pensé que te había dicho que dejaras de llamarme por mi nombre de pila? " Nanase gritó con bastante furia, presionando la bolsa de hielo más en la cara de atsumu, lo que hizo que se estremeciera un poco por la presión extranjera.

Atsumu nunca lo admitiría, pero por la forma en que jugaba con sus manos cada vez que ella alzaba la voz, hasta la forma en que sus ojos bailaban alrededor de la habitación para evitar su mirada de regaño, estaba bastante claro que el setter tenía miedo de sus gerente.

"¡Lo siento Kimura-san!"

Sakusa sintió una risa bailando en su pecho, amenazando con estallar cuando escuchó a Atsumu disculparse, sonando como si estuviera al borde de las lágrimas. Debe haber apestado que le gritara la misma mujer a la que le costaba tanto llamar la atención.

"¡Tú tampoco estás fuera de peligro, Sakusa!" Se volvió hacia la cabeza de el de pelo rizado con la misma intención maliciosa. Sakusa no pudo evitar temblar, no por la bolsa de hielo que descansaba en su mejilla, sino por su aura desalentadora que aparentemente se burlaba de él.

"¿Qué hizo miya que te provocó a golpearlo directamente en la cara con una pelota de voleibol? ¡Básicamente estuvo sangrando durante cinco minutos! "

Atsumu se puso con los ojos muy abiertos y se puso rojo de pura vergüenza cuando recordó haber tenido una mancha de sangre en la misma camisa que nanase había ahorrado durante tanto tiempo para comprar ". ¡No lo estaba en absoluto! "

"Cállate, miya" escupió fríamente. "Responde mi pregunta, sakusa"

"Miya fue quien lo inició, él creó una cuenta de Sugar Daddy para mí" hizo una pausa para mirar a atsumu, quien miró hacia otro lado sin pensar como si fuera inocente, "sin mi permiso"

"Yo-"

Nanase estaba paralizada en estado de shock, ¿era esto lo que era? ¿Era esta la reputación de msby? Sus ojos se movieron entre los dos compañeros que miraban al suelo con leve vergüenza, como un dúo de problemas para hacer que los niños fueran regañados por una maestra. La mujer no estaba segura de qué pensar. Pero estaba segura de una cosa.

Debería haber ido a Schweiden Adlers

"Es demasiado tarde para esto, si me quedo más tarde voy a tener arrugas solo por tu tontería", le entregó a atsumu su paquete de hielo sin decir una palabra más. Nada podía explicar lo que acababa de escuchar y, francamente, sabía que sería mejor que la dejaran en la oscuridad.

"¿A dónde vas?" Preguntó atsumu, mirando descaradamente a su figura en retirada caminar hacia las puertas de entrada. Y por mucho que le gustara la vista de su trasero, deseaba que se hubiera quedado solo un poco más.

"Hogar. Si vengo aquí mañana y veo que no limpiaron el lugar, les daré el peor castigo de sus vidas "

Y con esa amenaza final, dejó a los dos a su castigo por la noche.

Sakusa fue el primero en romper el silencio rascando la pizarra. "Te odio, atsumu"

Dejando a atsumu atrás, se movió hacia los trapeadores y comenzó a trapear cuidadosamente las canchas. Sakusa estaba algo agradecido de que el "castigo" fuera algo en lo que se dedicó religiosamente, la limpieza. Atsumu siguió su ejemplo, limpiando los bancos y organizando las bolas de mikasa perdidas en el gimnasio.

"Todavía gané la pelea omi-omi" murmuró, pero lo suficientemente fuerte como para que la cabeza del cuervo lo oyera.

"¿Ganaste la pelea con la nariz ensangrentada y una mujer enojada contigo? No creo que "mentalmente, sakusa se dio una palmadita en la espalda, orgulloso de su respuesta.

"¡Al menos yo no soy el que tiene un sugar daddy!" Atsumu gritó desde el otro lado de la cancha. No había nada que amase más que provocar a sakusa, aparte de golpear repetidamente a los ases del servicio, por supuesto. "Oh sí, ¿cómo te va, por cierto?" Sonrió, sin darse cuenta de que la paciencia de Sakusa se estaba agotando gradualmente.

"Eso es todo"

"Espera, no, estaba bromeando-"