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-nunca debiste confiar en alguien como el-

Nyx Flemming

miraba a mi alrededor aburrida mientras mi hermanastra caminaba a mi dirección, una sonrisa inocente adorno mi rostro mientras levantaba mis pequeños y delicados brazos para que me diera ayudara a bajar de mi silla.

-hola bastarda- sonreí mientras ella me miraba.

- ¿Qué te he dicho de llamar así a tu hermana?- la voz demandante de mi padre se escucho desde el su oficina.

-papi!

 grite saltando de los brazos de mi hermanastra para a buscar a papa el cual se encontraba sentado en su escritorio, mientras que alrededor de el llacia 3 cuerpos sin vida los cuales pertenecían a los hombres que me cuidaban en la casa de mi otro padre y Wilson, la ultima nombrada se encontraba amarrada en la silla frente a el.

-ouh puedo ayudar?- pregunte- porfavoooor

-no- dijo sin mirarme

-papaaaaa- pedí en forma de suplica

-dije que no- me miro- ahora sal y ve con leigh a ver bob esponja.

-no es justo que tu si puedas matar a tres personas y no me dejes ni una para mi

-estas muy pequeña, no deberías ni haber visto esto

-mi otro papa seguro me dejaba- le saque la lengua

-pues no volverás a verlo.

-ni que quisiera- gire los ojos mientras salía de la oficina- YO SOLITA ME CONSEGUIRE A MIS PRESAS- le grite mientras daba un portazo.

camine por el pasillo mientras pensaba que podría ser mas fácil de cazar en estos momentos, al llegar a la sala vi a leigh dormida en el sofá y no pude evitar sonreír, camine hacia ella con mis manos dentro de mis bolsillos.

mire la cara de mi hermanastra por unos segundos antes de tomar la almohada que llacia a su lado y presionarla contra su cara con toda mi fuerza, leigh se comenzó a mover debajo de esta dificultándome el trabajo así que me subí encima de ella para poder hacer mas presión.

-no te muevas leigh- la regañe 

los pasos apresurados de una persona se escucharon bajar las escaleras, mi agarre se apretó mas leigh cada vez se quedaba mas sin aire cuando sentí que unas grandes manos me separaron de leigh, la cual comenzó a respirar agitadamente antes de comenzar a llorar.

- no seas tan débil- sonrei.

-eso no se hace pequeña

su voz me hizo temblar ligeramente queriendo salir de sus brazos el apretó su agarre mientras me sentaba en sus piernas.

-déjame- me moví tratando de salir de sus brazos.

-deberías dejar de hacer eso pequeña nyx- susurro

-suéltame-solloce

los pasos de mi padre se hicieron presentes haciendo que el rubio me soltara de golpe el llanto de leigh llegaba a mis oídos estresándome y la mirada penetrante del rubio esta puesta en mi lo mire con el ceño fruncido mientras le sacaba el dedo medio.

-púdrete Luther 

La historia detrás de una PsicópataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora