Elección forzada ||TAEGI || Three-shot

Especial

—¿Qué flor será? —Se cuestionaba un pequeño Jihoon mientras buscaba en el amplio jardín aquel aroma tan familiar para él.

—¿Qué buscas?

Jihoon dio un pequeño brinco en su lugar al escuchar esa voz detrás de él.

—¿Quién eres tu?

—Mi nombre es Soo Hyun, parece que tenemos la misma edad, ¿que edad tienes?

—No tengo porque decirte nada.

Soo Hyun hizo una mueca.

—No tienes que ser tan grosero.

—¿Qué haces aquí? ¿Cómo diste con este lugar?

—Siempre vengo aquí a ver las flores, me gustan mucho, y venir a verlas me ayuda a no pensar demasiado en el hecho de que estoy la mayor parte del tiempo solo.

—¿Solo?

Soo Hyun asintió

—Papá trabaja todo el día, y mi mamá murió cuando era muy pequeño, así que no tengo con quien pasar el rato.

—¿De qué trabaja tu padre?

Soo Hyun sonrió, sus mejillas regordetas tiñendose de un ligero rosa.

—No me quieres decir nada sobre ti, pero si quieres que hable sobre mí, ¿no crees que es un poco injusto?

Jihoon se sonrojó.

—¿Cómo te atreves a hablarme de esa manera? —Preguntó el pequeño bastante indignado —¿Tienes idea de con quién estas hablando?

—¿Y cómo se supone que voy a saberlo si no me dices nada sobre ti?

—Eso es... —El niño frunció el ceño, pareciendo comprender lo que le decía el contrario —. Me llamó Jihoon,  Kim Jihoon.

—Que bonito nombre, Jihoon.

—Me lo puso mi Ma...Mi Padre Omega.

—Oh, ¿tiene algo que ver el con la flor que estas buscando?

—¿Cómo sabes?

—Hueles a lavanda. —Dijo con una sonrisa —. Lamento desilucionarte pero no es una flor, si no una planta.

—Pero mi aroma no es ese. —replicó con el ceño fruncido.

—Hueles a hierbabuena, café... Y cacao.

—Tu hueles a...

—Soo Hyun, ¿estás ahí?

El pequeño sonrió antes de girarse en dirección hacia su padre.

—Si, papá, estoy aquí.

—¿Cuántas veces tengo que decirte que no vengas a este lugar tu sol... Alteza. —Namjoo hizo una reverencia y Soo Hyun lo miró, confundido.

—Guardia Namjoon, ¿qué hace aquí?

—He venido a buscar a mi hijo, lamento si le dijo algo inapropiado o si le ha faltado al respeto, prometo castigarlo como es debido.

—¿Eh? —Dijo el niño, asustado.

—No pasa nada, el y yo solo estábamos conversando.

—¿Jihoon?

Jihoon se giró, encontrándose con su padre Omega, quien lo veía con notable preocupación.

—Padre. —Dijo para hacer una reverencia.

—¿Porqué no está en sus aposentos, alteza?

—Lo siento —bajo la mirada —, solo quería venir aquí para hacerle un regalo para demostrar lo feliz que estoy por su embarazo, padre.

El Omega hizo una mueca antes de acariciar el hombro de su hijo.

—Al menos avisanos que saldrás, no podemos arriesgarte de esa forma, sabes que las envidias no faltan en este mundo.

—Lo sé...

—Majestad. —Interrumpió Namjoon —. Es un gusto verlo por estos lugares, no lo había visto desde que su majestad el rey anunció la espera de su cuarto hijo, ¿han estado usted y las princesas bien?

YoonGi sonrió.

—Guardia Namjoon, el gusto es mío, y si, hemos estado bien gracias a su excelente servicio, el de usted y el resto de guardias en el palacio. Y sobre su otra pregunta. —continuó —. Por supuesto que quiero salir, pero sabe como se pone su majestad cuando no estoy a su vista por mas de unos cuantos minutos.

Namjoon bajo la mirada.

—Si, se entiende, son destinados después de todo.

YoonGi asintió.

—Lo siento.

—Está bien, estoy agradecido de que su majestad me tomará en cuenta para ser parte de su guardia real, y aunque aquello no me permita estar tanto tiempo con mi hijo como antes, se que el está seguro dentro de estos muros, y sobre todo... Me ha permitido mantener mi mente ocupada, dedicándome de lleno a protegerlos a ustedes, y al resto del pueblo.

—Gracias a ti, nuestro rey fue capaz de encontrar a todos los que estaban coludidos con él príncipe Hoseok, y pudo devolver la prosperidad a nuestro pueblo.

—Y fue cuando cambió a la mayoría de sus guardias y trabajadores del palacio.

YoonGi asintió.

Los pequeños se miraron entre sí, sin comprender del todo lo que los mayores estaban diciendo. Solo Hyun le hizo una señal para ir al otro lado del jardin y Jihoon asintió, solo para  escabullirse entre los arbustos.

—Creo que nuestros padres estarán realmente molestos, dijo Soo Hyun, viendo a Jihoon con diversión.

—No tarda en venir su majestad por mi padre.

Ambos escucharon a alguien gruñir y Jihoon sonrió.

—¿Ves?, te lo dije.

—No sabía que eras el hijo de su majestad, Alteza. —hizo una exagerada reverencia mientras reía.

—Ahora lo sabes. —Dijo con autosuficiencia.

Soo Hyun bufo.

—Bueno, "Alteza", ¿qué era lo que me iba a decir antes de que fuéramos interrumpidos por nuestros progenitores?

—Oh si, ya recordé. —lo miró con detenimiento—. Además de tus dos olores, puedo diferenciar uno más en ti.

—¿Ah sí?

—Si.

—¿Y cuál es?

—Cacao.

Fin