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Izuku Midoriya no entiende muy bien las emociones, mucho menos lo hará porque este mundo le mostró la parte horrenda de la humanidad y no lo bueno como lo vivió su madre. Su madre tuvo una vida feliz cuando era más joven y le alegra mucho por ella, pero esa expresión corporal: miedo, tristeza y preocupación, le preocupa mucho.

— ¿Mamá? , ¿Ocurre algo?

El joven preguntó, queriendo saber lo que le ocurría y ver si podía ayudar en algo. La mujer contuvo unas pequeñas lágrimas soltando un suave suspiro y habló.

—Izuku...

Su madre no es de mostrar esas emociones
Madres que tienen su primer hijo es una gran bendición, pero para otros es una maldición.

La primera vez que tuvo a su pequeño en sus brazos lo primero que pensó fué criarlo y amarlo por el resto de su vida. En las primeras semanas de la vida de su pequeño hijo fueron maravillosos, también meses, años y el tiempo seguía hasta llegar a los dieciséis años.

Ella sabía que a está edad era complicado manejar la situación de los adolecentes. Intentó ayudarlo y él se negaba, intentó animarlo y él sonreía con falsedad. Hizo lo que una madre haría por su hijo, pero aún él se niega y ella siempre estará para él sin importar qué.

La mujer soltó un último suspiro bajo y obtuvo el valor de contarle lo sucedido.

—Izuku, ¿aún te acuerdas el día que fuí a las citas médicas hace dos semanas?

Izuku la miró un poco confundido e intentó recordar a lo que ella se refería. No recuerda la mayoría, de echo, él jamás estuvo atento lo que pasó hace dos semanas por problemas en la escuela.

—...Lo siento madre, no recuerdo ese día pero dime qué  está pasando.

Dijo en un tono firme pero con un toque de preocupación y cruzó sus brazos. Tiene un mal presentimiento sobre esto...

—...En ese día me hicieron los exámenes y ayer llegaron los resultados. —Dijo su madre y unió sus propias manos para entrelazarlas.— Las tres pruebas salieron negativas por lo que es bueno pero...en la cuarta prueba... encontraron varias cosas en mi cuerpo y una de ellas era-

—No me digas que es lo que estoy pensando...

Izuku interrumpió y la miró con seriedad, sus ojos no parecían mostrar preocupación y para la mujer parecía ser que su hijo la miraba con enojo. Inko soltó un pequeño suspiro tembloroso intentando contener sus lágrimas que amenazaban salir de sus ojos.

—Así es... y... —reprime un sollozo— y el tratamiento cuesta diez mil-

—Ya...Ya es suficiente mamá.

Izuku volvió a interrumpir y está vez su mirada mostraba nada más que frialdad. No sabe qué pensar, su vida, su día diario en la escuela, la enorme envidia que siente hacia aquellos que son felices y ahora esto... ¿Qué más le faltaba?, ¿Suicidio?

Dejó de cruzar sus brazos para bajarlos y aprietar sus manos haciendo que sus uñas presionaran con fuerza contra su palma. La habitación estaba tensa y en un gran silencio. Esto no suele pasar a excepción cuando él está solo en su cuarto, pero mira, él y su madre en la habitación con la noticia que ella está gravemente enferma al punto de estar débil o...

No...Esto es injusto, todo injusto...

—... ¿Hijo?

La voz gentil de su madre hizo que interrumpiera sus pensamientos y soltó un largo suspiro. Debe pensar en algo y rápido.

—Mamá, pase lo que pase, definitivamente pagaremos por ese tratamiento.

Izuku responde sintiendo un poco de esperanza, es un tratamiento y debe pagarlo, así que buscará al menos tres trabajos o tomará el camino de vender drogas, lo que sea con tal de curar a su única familia. La madre no pudo creer que su hijo dijera eso, Izuku le había preguntado varias veces de poder trabajar en el pasado pero no pensó que fuera aún siendo estudiante de una escuela. Para ella eso sería una enorme carga para su único hijo.

—Pero Izuku...

—Madre, estaré bien.

La mujer no sabe si debería permitir que su hijo haga eso, apenas tiene 16 y buscará trabajo. Recuerda que ella debió trabajar tan joven por el bien de su hijo pero tampoco tan joven como él.

—Izuku, entiendo que me quieras-

—Mamá, no te preocupes, tú me haz ayudado mucho e incluso estuviste conmigo desde siempre, y ahora es mi turno de ayudarte...por favor.

Su madre la miró indecisa, lo pensó un poco y soltó un largo suspiro. Ella tendrá que aceptar está decisión de su hijo así que espera desde muy en el fondo de su débil corazón que no se sobre esfuerce.

—Bien... pero con una condición, sí estás tan exhausto, por favor, descansa.

Izuku escuchó la condición de su madre y asintió. Él hará lo que sea por tener ese dinero y curar a su madre, no puede prometer que descansará cuando está exhausto porque planea trabajar sin parar hasta conseguirlo.

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Am...Hola de nuevo? XD

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⏰ Última actualización: Aug 30 ⏰

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Mocoso [KatsuDeku / BakuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora