Bajo La Lluvia 2 [VK] - Omegaverse - ✔

Dame un abrazo

(Cuatro días después)

No recuerdo el día que fui a tomar, solo sé que mi padre dejó de molestar, también que Taehyung a empezado a portarse raro, pero solo por un par días, luego con la llegada de Yoongi todo cambió.

— Taehyung... debes de ser amistoso — dije viendo como él se acercaba más a mí

— Es un gato... — dijo en voz baja

— Pero pensé que podías soportarlo... —

— ¿Ahora él será tu mascota y me dejarás a mí? — preguntó viéndome con los ojos llorosos

— No seas tonto — dije sonriendo — él solo estará con nosotros unos días, luego se irá con Hoseok... por favor llévate bien con él, ustedes dos necesitan amigos — dije acariciando sus orejas — ahora vamos a comer, no debemos dejar a Yoongi solo —

— Bien... — dijo a regañadientes

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(Dos días después)

Lo he intentado, he empezado a conversar más con Yoongi, al principio pensé que no podría, realmente creí que podríamos siquiera hablar y que solo nos gruñiríamos.

— Buenas noches — dijo Yoongi echándose en su cama

Por culpa de él ya no podía dormir con Jungkook en su cuarto, por él ahora Jungkook nos había dado un cuarto, esto no me gustaba, me gustaba sentir en las noches el olor de Jungkook, me relajaba.

Esperé un rato y luego me levanté para ir en busca de Jungkook, quería estar a su lado.

— Jungkook... — dije tocando suavemente la puerta

— Taehyung, ve a dormir — dijo sin abrir la puerta

— Por favor, por favor... déjame pasar, por favor — supliqué mientras juntaba mis manos

— Bien, entra —

No esperé escuchar otra cosa y entré, me eché a su lado y pegué mi rostro a su espalda, sintiendo lo cálido que estaba, sintiendo su olor en toda la cama.

— Deja de moverte, solo cierra tus ojos — dijo con la voz soñolienta

— Sí, lamento no dejarte dormir — dije sonriendo en grande

— No pasa nada — dijo volteando a verme

No recuerdo mucho mi niñez, nací en un lugar gris con muchos más niños como yo, luego de eso tuve mi primer dueño, un alfa que me decía que sea su tapete, que me hacía golpear y morder lo que sea que él me dijera, luego se aburrió y me vendió a una omega, la cuál traía más omegas y le gustaba ver como lo hacía con ellos, también se aburrió y me vendió, y así, con cada dueño hasta que uno de ellos decidió dejarme en la calle.