Bajo La Lluvia 2 [VK] - Omegaverse - ✔

Planes para la noche

(Dos semanas después)

Estaba alistando la mochila de Minhyung con prisa, estaba apurado, Taehyung también, estábamos arreglando todo para esta noche.

— ¡Listo! — exclamé bajando con la mochila

— ¡Listo también! — exclamó bajando con Minhyung en brazos

Eran las seis y veinte de la noche cuando salimos, fuimos a llevar a Minhyung a casa de nuestros amigos.

— ¿Jungkook?, ¿Pasa alg-...? —

— Cuídalo por cinco días, tienes ropa, cuadernos, juguetes y todo lo necesario, gracias — dije siendo cargado por Taehyung que con rapidez corrió a la casa

Llegamos a casa y de inmediato fuimos a nuestro cuarto, nos quitamos la ropa mientras sentíamos mis feromonas escapar.

— ¡Ah! — gemí cuando Taehyung me tiró a la cama

— Jungkook... — dijo alzando mis piernas para poner su lengua en mi ano — hueles tan bien, como la primera vez —

— Ta-taehyung... — gemí sintiendo como pasaba su lengua suavemente

— Tu sabor tampoco ha cambiado, sigue siendo tan delicioso —

— Ngh — gemí sintiendo como hundió su lengua, sintiendo como empezó a meterla y sacarla con fuerza, como hundía más su cara en mi trasero — humm — gemí masturbándome

— Necesito aflojarte — dijo metiendo dos dedos — ha pasado tiempo y no quiero dañarte —

Taehyung no paró de abrirme con sus dedos, llegando a poner hasta sus cinco dedos dentro mío, toda su mano.

— ¡AHG!, ¡AHG!, ¡AHG!, ¡AHG! — gemí sintiendo toda su mano dentro mio — ¡TAEHYUNG! — grité corriéndome, sintiendo como con fuerza sacó toda su mano — Taehyung... — suspiré agarrándome de las sábanas cuando él abrió mis piernas y se puso en medio

— Si te duele dime, por favor —

— Mi amor — dije levantándome para abrazarlo — no pasará nada — dije llevando mi mano a su duro y goteante pene — sé que tu también quieres meterlo, quieres hacer de mí un desastre — dije acercando mi rostro al suyo — hazlo, Taehyung quiero que me hagas llorar de placer — dije sintiendo también sus feromonas — tu celo... —

Sus ojos brillaron, sentí como su pene creció en mi mano, me tiró sobre la cama y sin decir algo se hundió, entró tan fácil.

— O-oh dios mío — gemí sintiendo mi interior muy abierto