One Shot.
Almas gemelas:
El sacerdote de Ra había creado a los 3 dragones de ojos azules para la batalla, se había encargado de hacerlos las bestias más poderosas de su ejército, cuando las creo las dibujó tan claras en su mente que cobraron vida en cuanto el conjuro fue hecho, las tres tablas se levantaron y demostraron el gran poder que poseían, ya que destruyeron el santuario donde se creaban las bestias del duelo.
Peleó contra muchos ejércitos y sus dragones siempre demostraron ser superiores en todo momento, su primo el Faraón podía confiarle cualquier batalla y él estaba listo para aniquilar al enemigo, durante muchos años estuvo al frente del ejercito de Faraón, lo cual lo llevó a la cumbre del éxito, todo el mundo le temía a él y a sus hermosos dragones.
Un día en una venta de esclavos conoció a la joya del desierto más hermosa del mundo, un joven de piel blanca y de cabellos color oro, pero lo que terminó por hechizarlo fueron los ojos rojos que poseía, compró al joven sin importarle el precio, necesitaba tenerlo para siempre, así que lo llevó a su enorme palacio y ordenó que nadie lo tocara, estaba prohibido para cualquiera y literalmente lo puso en una jaula de oro.
La habitación del chico tenía los lujos más sofisticados de los nobles, poseía la ropa más fina que pudiera encontrarse en esas tierras áridas y todas sus joyas eran de oro y rubís, no había ningún otro tipo de joya en su repertorio, ya que el sacerdote de Ra creyó que era una señal del cielo que ese chico poseyera unos ojos de ese tono.
Durante uno de los múltiples intentos de asesinato que sufrió el sacerdote trataron de atacar a su joya, por suerte logró frenarlos a tiempo, pero ahora temía por la seguridad de su mayor tesoro, sus enemigos sabían de él, sus allegados podían ser sobornados, en cualquier momento se lo podían arrebatar, así que decidió hacer algo que ningún humano jamás había hecho y era pedir un favor a los dioses, él estaba al servicio de Ra, pero ahora quería que él le diera algo a cambio de su trabajo, cosa inimaginable, pero si así podía tener a su joya para toda la eternidad no le importaba romper las reglas.
- Mi señor Ra, le he servido por años de manera fiel, he ganado las peores batallas para su elegido Faraón, soy el hechicero más poderoso que jamás haya estado a su servicio y mi valor es mayor al de cualquier hombre sobre la tierra, solo por debajo de Faraón – la luz brillante empezaba a ser más deslumbrante, por lo cual se arrodillo para no verla, sabía que el Dios lo había volteado a ver, así que debía de ser claro con sus palabras, ya que no habría otra oportunidad – sé que soy un simple mortal y mi deber es servirle toda la vida, pero hoy quiero pedir a cambio de mi servicio que mi máxima joya y yo pasemos cada reencarnación juntos, cada vida que yo vuelva para servirle me permita encontrarlo, he creado bestias tan poderosas y en ellas podemos guardar nuestras almas, para que al reencarnar en esta tierra nos volvamos a juntar y así nos permitas seguir con nuestro amor – el sacerdote de Ra levantó a las poderosas bestias, los tres dragones blancos de ojos azules y el dragón negro de ojos rojos, los colocó frente a la luz que Ra le mandaba desde el sol y entonces un resplandor que dejó ciego a todo Egipto por 3 días fue la señal de que había cumplido su deseo, ahora en cada vida mientras los dragones se encontrara podría volver a estar junto a su joya.
Se sentía feliz de haber logrado su cometido, pero aun así planeaba vivir cada una de las vidas que tuviera sobre la tierra junto a su joya, completas, plenas, felices y sin sufrimiento, colocó la piedra del dragón negro de ojos rojos en el cuarto de su joya y le ordenó que lo defendiera de los enemigos, pero aún con todo lo que había hecho para impedir que los separaran en esa vida, su amor fue asesinado en los jardines reales, en un descuido suyo los ojos rojos se apagaron y se volvieron negros y jamás volvieron a abrirse.
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One Shots SetoxJoey (Yaoi) 18+
RandomEs una serie de One Shots de mi pareja favorita, espero les gusten.