Ahora eres solo mío.

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Ahora eres solo mío.

Estaba dando vueltas en su oficina como desesperado, estaba más que enojado, al llegar a su trabajo le había ordenado a su secretaria que nadie lo molestara y la pobre chica había quedado tan petrificada que de inmediato cortó toda comunicación de la empresa para que nadie le hablara, al entrar empezó a patear su escritorio a romper las dos lámparas con las cuales alumbraba el mismo por las noches y había aventado su silla a la ventana de cristal blindado que tenía su oficina tratando de romperlo del coraje que tenía, no había logrado romperlo, pero si había estrías que demostraban la gran cantidad de fuerza con la cual había golpeado el vidrió.

Después de descargar su ira contra el vidrio se sentó en la pequeña sala que tenía en su oficina para tratar de respirar para tranquilizarse, pero le estaba siendo imposible hacerlo en su cabeza solo había una imagen de los eventos que habían pasado esa tarde y lo tenían tan alterado que no podía dejar de maldecir a todo lo que lo rodeara.

Flash Back.

- Chicos quiero decirles algo importante – la voz de Joey invadió el salón cuando terminaron las clases, cosa que no sorprendía a nadie y los demás decidían ignorar al grupo de amigos.

- Vaya amigo te ves muy feliz, casi hasta brillas – dijo Tristán mientras abrazaba a su rubio amigo.

- Basta Tristán hablo enserio – todos se quedaron callados para escuchar lo que decía el chico – el día de hoy al fin Duke se animó y me pidió que fuéramos novios – gritó emocionado el chico haciendo que sus amigos también se emocionaran y lo abrazaron formando la tan bolita de la amistad a la que estaban acostumbrados.

Seto que se había quedado guardando sus cosas lentamente para escuchar lo que tenía que hablar ese perro, se quedó de piedra, ¿el niño dado había tenido el descaro de pedirle a su perro que fueran novios?

End Flash Back.

- Jajajaja – se empezó a reír mientras tenía una cara de psicópata – maldito Devlin cómo te atreves a querer tocar lo que es mío jajajaja – entonces del enojo tomó la mesa de centro que estaba enfrente de él y la lanzó por los aires dando de lleno contra su librero y tirándolo en el proceso – voy a matarte y después voy a reclamar lo que es mío.

Y así Kaiba siguió pateando sus cosas y destruyéndolas, aunque ya había planeado como deshacerse de Devlin eso no quitaba el hecho de que cada vez que se imaginaba que estaba besando a su perro le entraba un enojo del tamaño del universo que no podía controlar.

- No necesito tener mi ojo bueno para saber que estas a punto de hacer algo muy malo mi pequeño amigo Kaiba – Pegasus estaba en la oficina del joven empresario, ya que el mismo le había dicho que quería comprar una de sus islas, era bien sabido en el bajo mundo que las islas de Pegasus tenían un campo magnético que evitaba que los satélites pudieran transmitir lo que pasaba en la superficie, así que muchos las codiciaban, pero el multimillonario no las vendía, pero Kaiba era especial, así que decidió hacer la excepción.

- Eso no te interesa Pegasus, solo firma para que pueda ser mía – el hombre entrado en años se le quedó viendo y se vio a si mismo reflejado cuando había perdido a su amada Cecilia, tenía la misma mirada de locura, cuando un hombre se atreve a vender su alma a cambio de tener eso que tanto anhela.

- El camino por el que vas no te llevara a nada bueno mi joven amigo, pero te dejare que aprendas de tus errores, así como yo aprendí de los míos – Pegasus firmó y empezó a retirarse de la oficina.

- Al contrario, a diferencia de ti me llevará a la victoria – el hombre de cabello blanco sintió como un escalofrío le recorría el cuerpo, sentía que hablaba con el Kaiba oscuro que Yugi Mouto había encerrado en el reino de las sombras.

One Shots SetoxJoey (Yaoi) 18+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora