Luz

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– Entonces la pasta es perfecta – Isabella terminaba de explicarme como hacer pasta, mientras comíamos.

– Siento que voy a explotar – mi vientre había crecido exorbitantemente, apenas si podía caminar por mi misma.

– Esos bambinos vas a ser grandes y sanos – me dijo Isabella y me sentí contenta, pronto estarían en mis brazos.

Vine a Italia con mucho miedo, todavía estaba conmocionada por todo lo que estaba pasando con Chris, es más, me dolió mucho tener que dejarlo. Pero Scott tenía razón, debía pensar en el bien de mi bebé. Porqué en ese momento, pensamos que solo era uno.

Pero al llegar a la casa de la familia Capuano, todo fue mejor. Isabella, la abuela de Chris me recibió con los brazos abiertos y todos me trataron como parte de la familia.

Me hicieron enfocarme en mi embarazo y cuidar de mí, para poder cuidar de mis bebés. A parte había estado aprendiendo cosas sobre ser mamá. Dos primas de Chris estaban embarazadas, entonces teníamos una especie de "club".

Extrañaba mucho a mis amigas y a los Evans, pero tenía que parecer que desaparecí. El único medio de comunicación que tenía era Scott y solo llamaba para avisar del estado de Chris.

Yo solo esperaba que pronto despertara y estuviera bien, deseaba que estuviera aquí con nosotros.

– ¡Auch! – ¿Eso era una contracción? Pero todavía me faltaban 8 semanas.

– ¿Qué fue eso cariño? – me preguntó Isabella y yo la vi asustada.

– ¡Massimo! Llama a la doctora De Luca – gritó la dueña de la casa, en ese momento llegaron dos de los mozos y me ayudaron para poder llegar a la habitación , cuando me levanté pude ver un charco bajo mis pies.

– ¡Rompí fuente! – los mozos se quedaron callados.

– ¡Presto! A la habitación, ahí esperaremos a la doctora – caminamos y llegaremos hasta mi habitación, ya tenía todo listo. Todo había sido preparado para que fuera un parto en casa, comenzaba a ponerme nerviosa.

– ¡Lo necesito! No puedo hacer esto sola... tengo miedo – Isabella se acercó a mí y agarró mi mano.

– ¡Mía cara! Tú puedes hacerlo, eres fuerte y valiente. Mis nietos, tienen a la mejor mamá que pudieron tener – le agradecí y me relajé, sentí una nueva contracción.

– Esto es bueno, aún son espaciadas. Tenemos tiempo – me dijo y respiré profundo, era un hecho. Hoy conocería a mis bebés.

...

– ¡No voy a poder hacerlo! Ahhhhhh – las contracciones empeoraron con el paso del tiempo.

– Tienes que respirar, aún no es tiempo de pujar – Karina trataba de tranquilizar el ambiente.

Entró un mozo y salió con Isabella.

– ¡Duele mucho! No puedo Karina, no puedo – La doctora le indico a las enfermas que hacer y comenzaron a prepararme.

– No falta nada, tienes que estar enfocada en ellos, en tus bebés – mi vista se comenzó a nublar y el dolor no disminuye.

Entonces toman mi mano, agradezco que Isabella regresara justo a tiempo.

– Gracias Isa... ¿Chris? – mi mente estaba jugando una broma cruel.

– Mi amor, ya estoy contigo – me susurró y besó mi frente.

– ¡Chris! Estás bien... – ahora besó mis labios y acarició mi frente.

– ¡Bienvenido papá! Anima a tu mujer y vamos a comenzar – Chris estaba bien y estaba conmigo, esto me hacía un poco más valiente.

Desconocidos [Chris Evans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora