Nuevo Mundo, Nuevo Amor

~5~

*El punto de vista de Nick*

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Corrí detrás de Coach mientras este cargaba a Ellie, disparé a cualquier infectado que les harsecara y entonces escuché un grito, me giré para ver que Ellis había sido abalanzado por un Hunter corrí de nuevo hacia él y golpeé al Hunter con mi arma, luego disparé al cazador hasta que murió. Ayudé a Ellis a levantarse, su estómago estaba desgarrado y sangrando, cojeaba mientras trotábamos hacia donde a Coach y Rochelle habían corrido. Gruñía mientras corríamos más rápido y cojeaba, no quería hacerle más daño haciéndole correr, pero teníamos que llegar al grupo y al piso franco para que le pusieran un parche. "Vamos campeón, estará bien sólo un poco más y luego podremos curarte" le dije y él asintió, jadeando mientras corríamos. Llegamos a la habitación y vimos al entrenador dejando a Ellie en la mesa y a Rochelle apagando la alarma. Pinté y Ellis gimió de dolor, Ellie miró y su expresión cambió de asustada a preocupada al ver a Ellis herida.

"¿Ellis? ¿Qué ha pasado?" Preguntó, con tristeza y preocupación en su voz. "Estoy bien, cariño, sólo un pequeño rasguño, eso es todo", respondió él y eso pareció aliviar la sensación de preocupación que ella tenía. Cogí un botiquín de mi bolsa y curé a Ellis. Luego fuimos a la casa de seguridad, por suerte no había ningún infectado cerca, así que llegamos a salvo. "Puede que tengamos que quedarnos un poco más hasta que pueda caminar bien, estaba cojeando y te dolía incluso caminar" dije mientras ayudaba a Ellis a tumbarse en un saco de dormir. El entrenador y Rochelle intercambiaron miradas suspiré ya que sabía que no querían quedarse.

¡"Nick... estamos tan cerca que básicamente ya estamos allí! ¿No puede caminar lo suficiente como para que lleguemos?" Dijo Rochelle. Suspiré y sacudí mi frente. "Estaba cojeando mucho al llegar al piso franco, ¿de verdad quieres que camine y luche contra los zombis en estas condiciones?" pregunté, molesto. "Podemos dejarlo aquí y decirle a la CEDA que sigue aquí.." Sugirió Rochelle Me burlé con molestia e incredulidad. "¡¿De verdad acabas de sugerir eso?! No, no lo vamos a dejar aquí solo. Si vosotros dos queréis iros, id. Pero Ellie y yo nos quedaremos aquí con Ellis hasta que esté curado para moverse". Dije, con un claro enojo en mi voz. "Nick-" Ellis dijo que lo corté. "¡No Ellis, están tratando de dejarte atrás por el amor de Dios! ¡¿Porque no quieren esperar a que te cures?! Hubieran querido que los esperáramos si fueran ellos!" Dije sintiéndome más enojada. Rochelle y el entrenador suspiraron, intentando retractarse de lo que habían dicho, pero yo estaba demasiado enfadado como para perdonarles que quisieran dejar a Ellis.

"Si quieren salir de aquí tan rápido, váyanse. Pero mi hija y yo nos quedaremos aquí con Ellis hasta que se sienta mejor para moverse y luchar" dije, sin mirar a Coach y Rochelle. El silencio llenó la habitación mientras estaban allí, Ellie sentada en la mesa jugueteando con sus dedos y Ellis descansando, mirando al techo. "Está bien, podemos quedarnos" dijo Rochelle, que claramente no quería hacerlo, pero aceptó de todos modos.

El silencio incómodo llenó el aire una vez más, entonces escuchamos a Ellie tarareando y jugando con unas muñecas que encontró en la juguetería en la que estábamos. Sonreí mirando a mi hija, todavía se las arreglaba para mantener una buena imaginación y permanecer feliz en esto. Se aterroriza en algunos momentos pero la mayoría de los días es como si esto nunca hubiera ocurrido. Sigue sonriendo y siendo una niña feliz. El entrenador estaba descansando, Rochelle se disculpaba con Ellis por sugerir que lo dejáramos. Dijo que estaba bien, pero se notaba que estaba un poco dolido porque la gente con la que ha pasado por un infierno en los últimos días le dejara así. Se dirigió al otro lado de la habitación y se tumbó en el suelo, de espaldas a nosotros y luego se durmió. Suspiré y decidí que Ellie debería descansar también, ha sido un día largo y probablemente esté cansada. "Ellie" dije, ella dejó de jugar con las muñecas y me miró. "Deberías echarte una siesta cariño, ha sido un día muy largo debes estar cansada" dije, ella asintió y se acercó a mí, frotándose los ojos y bostezando luego se puso cómoda, recostando su cabeza en mi regazo y quedándose dormida inmediatamente. Ellis gruñó al intentar sentarse, pero se volvió a tumbar porque le dolía demasiado. "¿Qué intentas hacer El?" pregunté.

"Tengo hambre. Iba a sentarme y coger algo para comer de la bolsa en la que llevamos nuestra comida y agua, pero no puedo ni sentarme". Ellie se acercó a donde estaba Ellis y se acostó a su lado, luego se levantó y se acercó a la bolsa en la que llevamos la comida y el agua. "¿Algo en concreto de esta bolsa que quieras comer, o simplemente que te traiga algo?" le pregunté, él entonces se lo pensó. "¿Quedan barras de granola?" Preguntó, rebusqué más en la bolsa encontrando una y entregándosela. Las manos se tocaron, permaneció así durante unos 10-15 segundos pero pronto me aparté, rascándome torpemente la nuca y sintiendo que mis mejillas se calentaban.

Él apartó la mirada, con las mejillas teñidas de rosa también. "Gracias Nick" dijo, en voz baja y comenzó a comer la barra de granola, asentí con la cabeza y me senté contra la pared contra la que anteriormente estaba sentado y él se acostó de nuevo, quedándose dormido también.

Miro a mi alrededor, al grupo de personas con las que he viajado. Me doy cuenta de los moratones, cortes y bolsas oscuras debajo de los ojos por la falta de sueño. Todos cambiamos los turnos de guardia. Yo hice el primer turno esta noche, luego el entrenador, luego Rochelle y el último turno es Ellis. Los cambiamos de forma diferente cada noche. Sólo hace cuatro días que estamos en esta situación y que estamos juntos, pero de todos modos cambiamos los turnos. Suspiré, ya que estaba cansado pero me mantuve despierta para vigilar. Oía a algunos infectados rondando de vez en cuando, pero el resto del tiempo que estaba de guardia, estaba tranquilo. Demasiado tranquilo para mi gusto. Normalmente me gusta el silencio, pero últimamente no me gusta nada. Supongo que permite que mis pensamientos se apoderen de mí. Y a veces mis pensamientos pueden ser los peores. Intenté mantenerme ocupado en esta pequeña sala de seguridad, sólo ha pasado una hora y todavía me quedan unas tres horas hasta que tenga que despertar al entrenador para su turno. Yo tengo de 9 a 12, el entrenador de 12 a 3, Rochelle de 3 a 6 y Ellis de 6 a 9. Esos son nuestros turnos de guardia. Tres horas cada uno. La primera persona se mantiene despierta durante su turno, pero luego puede dormir hasta que todos nos levantemos para irnos. Mientras tanto, los otros duermen hasta su turno. La última persona es siempre afortunada porque puede dormir toda la noche. Duermen más. Por eso lo cambiamos para que algunas noches uno de nosotros duerma bien. Y porque es justo para todos nosotros.

Tres horas para cada uno no parece mucho, pero ayuda. Y es justo para nosotros tener las mismas horas de reloj, tres horas cada uno. Estaba agotado por el día que tuvimos, pero necesitaba estar despierto. Tengo tres horas más y luego puedo dormir unas horas. Normalmente nos iríamos tan pronto como pudiéramos, pero con Ellis herido tenemos que esperar un día o dos. Créeme, quiero ponerme a salvo lo antes posible por el bien de mis hijas, pero no quiero dejar atrás a Ellis. Él me ha ayudado tanto. Así que he tomado la decisión de que esperemos aquí hasta que esté lo suficientemente curado para moverse y luchar contra los infectados.

Ellie se despertó, bostezando pero miró hacia mí y sonrió un poco. "Papá, tengo sed", dijo, me levanté y me acerqué a nuestra bolsa de comida y agua, buscando en ella y encontrando una caja de zumo y agua embotellada. Me volví hacia ella. "¿Quieres un zumo o agua, cariño?" le pregunté. "Un zumo, por favor", dijo. Asentí con la cabeza, le di el zumo y cerré la bolsa. Puso la pajita en la caja de zumo y empezó a bebérsela. Lo tiró en algún lugar y se acostó, volviéndose a dormir inmediatamente. Sonreí mientras miraba a mi hija. Estaba orgullosa de que se mantuviera tan fuerte e inocente durante todo esto. Sigue siendo una niña feliz incluso después de todo esto. Incluso después de ver a todos los infectados que dan miedo y los sonidos horripilantes que hacen. Me senté allí, mirando a la pared, mirando a mis compañeros y a mi hija de vez en cuando, pronto llegó el turno del entrenador y lo desperté, y luego me acosté junto a Ellis y Ellie. Me quedé dormida.