CAPÍTULO SIETE
Sospechas,
Hayashi abrió la puerta, esta vez no se sorprendió al encontrarse con una persona esperando por ella en la entrada, pero no era la albina, sino un rubio de amable sonrisa.
— Buenos días, Mirai.
— Kenji. Buenos días. — La menor salió de su casa. — ¿Qué tal?
— Todo está correcto. — Juntos comenzaron a caminar en dirección a la cancha de Básquetbol. — Oye, estaba hablando con el entrenador del equipo.
— ¿De qué hablaban?
— Quiere que tengamos un juego contra la preparatoria vecina. — Hayashi le miró con sorpresa.
— ¿Esas bestias? — Kenji asintió. — La última vez que jugamos contra ellos terminé con un tobillo lesionado.
— Lo sé, espero que no se vuelva a repetir. — Miyamoto suspiró. —Ten más cuidado esta vez, Mirai, recuerda que eres una excepción de una en billones.
— Exagerado. — La castaña rio. — Tiene sus desventajas ser la única mujer en el equipo, me esforzaré.
— Esfuérzate, pero con cuidado.
— No debes preocuparte. — Sus pies se detuvieron al observar la cancha frente a ellos, allí ya se encontraban los otros miembros del equipo.
Rei al verles no dudó en correr hasta ellos, saludando al capitán y a la estrella del equipo.
— ¿Listos para el juego de hoy? No será el mejor equipo, pero nos divertiremos.
— No saques conclusiones precipitadas. — Recordó Hayashi mientras entraban a los vestidores. — Puede que seamos el segundo mejor equipo de la prefectura, pero eso no significa que seamos invencibles.
— Jugaremos contra los Infernal Tigers. — Kaneko mostró sorpresa.
— ¿Contra esos idiotas? — Mirai asintió. — Mirai, no deberías de jugar.
— Oye. — Se quejaron el capitán y la castaña.
— Hablo en serio, la última vez estuviste en reposo por dos semanas, y cuando volviste estuviste dos semanas más de recoge-pelotas.
— Solo fue una vez, no volverá a pasar. — La menor terminó de prepararse, atando correctamente sus tenis antes de salir junto a los dos más altos. — He mejorado mucho desde la última vez, esta vez les patearemos el trasero.
— Me gusta escuchar eso. — Se unió el entrenador. — Porque hemos adelantado el partido y será mañana.
— ¡¿Mañana?! — Los tres jugadores estrella llamaron la atención de los demás debido a su sorpresa.
— Así es. — El mayor pasó una lista al capitán, Kenji la tomó. — Son los jugadores que llevaremos.
— Ishikawa Yoichi, Ikeda Ryuu, Kenji Miyamoto, Kaneko Rei y Hayashi Mirai como titulares. — El capitán asintió. — Es una excelente formación.
— De suplentes llevaremos a Yoshida, Suzuki y Yamashita. — Informó el entrenador, girándose y dando un par de aplausos para llamar la atención de los jugadores. — ¡Bien! ¡Reúnanse!
Las pisadas de los cincuenta jugadores presentes resonaron por todo el gran salón acercándose hasta el entrenador. Kenji pasó un brazo sobre los hombros de la castaña, mirando a los demás suplentes que tenían, el rubio no podía evitar no sentirse bien consigo mismo si era el capitán y titular del equipo, tampoco dudaba que sus otros cuatro compañeros no se sintieran igual, después de todo eran los cinco mejores del club.
Las estrellas.
Y ella, Mirai, era la estrella de entre estrellas.
— Escuchen bien. — Pidió el entrenador. — Mañana nuestro equipo tendrá un juego en contra de los Infernal Tigers, será un juego realmente importante en el cual marcaremos la diferencia entre una visión optimista o pesimista hacia el campeonato. Nuestros cinco mejores jugadores irán a representarlos, muestren su apoyo hacia ellos, inviten a sus amigos y familiares, que las banquillas de los Warrior Angelz esté más llena que nunca ¿Entendido?
— ¡Si!
— Bien. Ustedes, a entrenar. Ustedes, síganme.
Mirai siguió al entrenador junto al equipo titular, yendo hasta otra cancha más grande en donde se llevaría a cabo el juego de ese día.
— A calentar diez minutos, el otro equipo ya está aquí y están calentando en la cancha de fútbol. ¡Den lo mejor de ustedes!
— ¡Sí, señor!
[...]
Kenji giró su rostro, escuchando el celular de la castaña sonando sin detenerse, su ceño se frunció.
— ¡Mirai! ¡Te están llamando!
— ¿Puedes contestar? Dile a quien sea que llame que me estoy duchando, que llame en cinco minutos.
— Entendido. — El rubio tomó el móvil, contestando la llamada. — Hola, soy Miyamoto Kenji, compañero de Hayashi. Ella ahora no puede contestar ¿Puede llamar en cinco minutos?
Un silencio se escuchó del otro lado de la línea antes de que la otra persona pronunciara un 'Claro' y colgara la llamada. Miyamoto dejó el teléfono en su sitio, notando a los pocos segundos a la menor salir de las duchas ya cambiada.
— No hay nada mejor que una ducha después de un gran partido. — La castaña secó su cabello con una toalla pequeña que guardó después en su bolsa. — ¿Quién era?
— No mencionó su nombre. — Hayashi asintió tomando su móvil, notando un número desconocido.
Sus cejas se juntaron en señal de confusión.
— Qué raro, no tengo el número agendado.
La menor se sorprendió al escuchar su teléfono volver a sonar, esta vez ella contestó la llamada.
— ¿Hola?
— Mirai. — Una sonrisa se estiró en el rostro de la castaña.
— Senju ¿Eras tú quién llamaba?
— Sí, era yo. — La albina guardó silencio por unos segundos. — ¿Acaso yo... Interrumpí algo íntimo?
— Por dios, no. — El rostro completo de Hayashi tomó color, no podía siquiera imaginar algo sexual con su capitán. — Acabo de terminar un juego, estaba duchándome y mi capitán respondió por mí ¿Está todo en orden?
— No era nada importante, solamente quería avisarte que iría a tu casa, pero si no estás no iré.
— Está bien, llegaré pronto, te espero en la entrada ¿Bien?
— Muy bien, te esperaré.
La llamada terminó. Kenji miraba a la menor con curiosidad, habían pasado tantas cosas en una sola llamada que la curiosidad había invadido su ser.
— ¿El chico que te gusta? — Adivinó el mayor, Mirai negó.
— Una... Amiga. — Miyamoto se puso de pie, saliendo los dos juntos de los vestidores, retirándose después de las grandes canchas del club. — Quedé en verla en casa, debo irme rápido.
— Muy bien, regresa con cuidado.
— Lo haré. — El rubio notó a la castaña despedirse antes de comenzar a correr rápidamente en dirección a su hogar.
Una sonrisa se estiró en su rostro, no podía imaginar a una Hayashi Mirai enamorada.
Pero si no era un chico, las reacciones que había tenido anteriormente eran por una... ¿Chica?
Las mejillas de Kenji se pintaron de un suave rosa.
— No puede ser. Miyamoto Kenji eres un pervertido, asqueroso, repugnante, enfermo mental, indeseado por la sociedad. — Acariciando sus sienes el rubio se calmó. — Qué sorpresa.
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𝐑𝐚𝐢𝐧𝐲 𝐃𝐚𝐲 [𝐒𝐞𝐧𝐣𝐮 𝐊𝐚𝐰𝐚𝐫𝐚𝐠𝐢 𝐱 𝐎𝐜]
Fanfiction【Una despedida bajo la lluvia, y un reencuentro bajo la misma. De la amistad al amor solo hay medio paso ¿No es así?】 ↬ WARNING ・Historia corta. ・Este libro no sigue la trama original del manga. ・Personaje x Oc. ・Fem x Fem. ・Los personajes son pe...