Masculino ¦ Karmagisa

Capítulo 1; Autoestima

Era un nuevo día. El lindo amanecer se hizo presente, y junto a él los pájaros cantarines dieron inicio a la nueva mañana.

Nagisa entró con calma a su salón de clases notando sólo a dos de sus amigos presentes. Aún era bastante temprano así que no se sorprendió por ello. Por el contrario, se acercó con una sonrisa tranquila hacia las dos mesas que habían juntado para entablar una conversación.

—¡Oh! ¡Nagisa! ¡Buenos díaaaas! — Exclama alegre la peliverde.

— ¡Buenos días Nagisa! — Saluda el de pelo azabache a su lado.

— Buenos días a ambos —Saludó mostrando una sonrisa de ojos cerrados.

Se ubicó rápidamente en el puesto vacío de su pupitre, girando su cuerpo en dirección a la mesa de su amiga para conversar.

—¿Qué hacían? —preguntó curioso.

—¡Sugino me contaba de sus nuevas clases en el gimnasio! —Reveló kayano señalando al nombrado.

El moreno se sintió avergonzado ante la manera tan despreocupada de decirlo por parte de la chica.

— Ehhh —Musitó sorprendido —¿Estás entrenando para algo?

Kayano sonrió antes de hacer un gesto con sus brazos, un gesto que haría alguien con músculos.

—¡Dijo que quiere estar fuertote para Kanzaki san! —

—¡Kayano! —

El rostro del pobre chico se tornó rojo y se apresuró en aclarar. El azulino rió por la escena.

—¿Es por el béisbol entonces? —

— ¡N-no es eso! Es solo que es bueno estar siempre en forma — Se excusó horriblemente.

— Si, no te creemos eso — dijo burlonamente la más baja.

El azulino miró extrañado al de cabello azabache sin entender el por qué de su repentino interés por eso.

— Pero Sugino, estoy seguro de que ya eres lo suficientemente fuerte ahora, incluso para sorprender a Kanzaki san — Reflexionó Nagisa con un dedo en sus labios.

El chico desvió la mirada con un poco de angustia en él.

— No es suficiente —Dijo.

—¿Por qué lo dices? —preguntó Kayano con preocupación ante el rostro de su amigo. Los dos chicos bajos observaron atento a su amigo que se veía demasiado angustiado.

— A las chicas no les gustan los hombres delgados.. — dijo cubriendo su rostro con una mano.

Kayano lo miró extrañada —¿De donde sacaste eso?

Un pequeño silencio se armó entre ellos. Nagisa y Kayano observaron preocupados, sabían de la baja autoestima que podía tener el chico cuando se trataba de su enamorada.

— Lo decía la revista de estadísticas que me mostró Okajima — Dijo con angustia verdadera — "¿Prefieres a un chico fuerte con brazos tonificados o a un chico flacucho con brazos de espagueti?" —Relató el título de la encuesta — ¡el 70% de los votos fueron hacía el chico musculoso! Si Kanzaki San está en ese grupo estaré acabado...

Los dos pequeños chicos lo miraron con cara de poker sin creer en la tontería que acababa de decir su amigo.

— Si, bueno... Okajima Kun no es la mejor fuente que puedes tener.. —dijo Nagisa con pena hacia su amigo.

—¡Sugino! Estoy segura de que Okajima solo te mostró la encuesta hecha por personas mayores en una revista para adultos. —Dijo con desagrado.