Masculino ¦ Karmagisa

Capítulo 3: Primer Intento

—¿Qué quieren que haga que? — repitió Nagisa con los ojos en blanco.

—¡Lo que escuchaste! —Dijo la peliverde con una sonrisa entusiasta.

Era hora del almuerzo y el azulino había logrado escabullirse de Karma por al menos los próximos 20 minutos — A petición de Kayano — Para poder discutir los detalles de su plan. Por supuesto Nagisa no se esperó que su amiga tuviera una idea tan ridícula.

—Vamos Nagisa, creo que lo que dice Kayano puede funcionar — Animó el azabache con una sonrisa.

Nagisa hizo una mueca de desaprobación. Inseguro

—¿Cómo pretenden que los deje hacer tropezar a Karma por las escaleras? —dijo frunciendo el ceño.

— ¿Qué es lo malo? —Pregunta Kayano con extrañes.

— Todo en realidad ¡Podría lesionarse! — Exclamó con preocupación.

La peliverde cruzó los brazos indignada por el rechazo de su magnífica idea — Ya te dijimos que tú serás el que lo atrapará.

—¿¡Cómo pretenden que haga eso!? —Exclama el azulino asustado.

La pequeña chica soltó un suspiro frustrado mientras miraba a su amigo que se negaba totalmente a cooperar.

— ¡Sólo debes sostenerlo antes de que ruede por las escaleras Nagisa! —

Una pequeña escena imaginaria apareció durante unos segundos en la mente del mencionado, una donde Karma tropezaba y se desplazaba hacía delante, solo que antes de tocar el suelo, cae majestuosamente en los brazos del más bajo.

..... Si..... Eso nunca pasará —Pensó con una mirada en blanco.

Dirigió una mirada preocupada hacia sus amigos, haciendo el ambiente un poco más serio.

— No podré hacerlo, definitivamente no puedo cargarlo de la forma en que ustedes quieren —Dijo incómodo.

— Bueno... Y si en vez de cargarlo, ¿Solo lo sostienes? —Sugirió sugino intentando calmar las aguas.

La peliverde sonrió nuevamente mirando esperanzada a su pequeño amigo, quien desvió la mirada dudoso.

— No estoy seguro —Musitó.

— Si sostienes su brazo antes de que se resbale y te sostienes del barandal, estoy seguro de que podrás impedir que se caiga — Explicó con una sonrisa.

Nagisa lo miró con una mueca

— ¿Eso como se supone que me haga ver más masculino frente a él...? — preguntó en negación.

—¡Tú solo haznos caso! ¡Confía en nosotros! —insistió la peliverde con una mano en su pecho.

Nagisa lo pensó por unos momentos, solo para perder el tiempo, pues su conclusión fue la misma del principio —Necesitaba ayuda— así que debía intentarlo al menos. Finalmente miró a sus dos amigos que lo observaban ansiosos y suspiró con resignación.

— Esta bien —

...

Suspiró terriblemente agotado por los exámenes de todas sus materias que acababa de tener. Probablemente había pasado con la nota mínima en la mayoría de estas por fortuna, no estaba seguro, pero tampoco tenía cabeza para eso.

El primer grupo de la clase 3-E se levantó con cuidado, y comenzaron a salir del aula perteneciente a otra sección. El ambiente era tenso y se podía observar los rostros preocupados o de angustia de la mayoría.