Regina había vuelto a Los Angeles hace un mes, su descanso en Cancún había acabado.
Se encontraba completando un sudoku en su living cuando música y un canto algo desafinado interrumpieron su momento de paz, miro por la ventana extrañada y se trataba de su nueva vecina; Era una pelirroja que cantaba y bailaba desnuda frente a la ventana, parecía animada.
Cuando la pelirroja se percató de que alguien la observaba, se dió vuelta a mirar por la ventana, Regina la miraba con una mueca de confusión pero con una sonrisa divertida, ella rápidamente se cubrió con una toalla y le hizo señas para que salga.
Para disimular un poco la situación embarazosa tomo una tarta de manzana que acababa de hornear para dársela como regalo de bienvenida, Salió a la playa con un vestido corto color crema y unas sandalias de tacón, llevaba ese outfit desde la mañana.
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— Hola, bailarina -saluda Regina con burla- Soy Regina, pero puedes decirme Regi o Gina -se presenta amablemente-
— Addison Montgomery -se presenta la pelirroja- Oye, sobre lo que viste, yo no soy así todo el tiempo... quiero que sepas que... que... -titubeo- no puedes decir que me veo mal desnuda, muchos hombres han disfrutado viéndome desnuda, bueno no mucho, ocho, no -duda- once...
— ¿Sabes que? Simplemente voy a olvidar lo que acabas de decir, no quiero saber con cuántas personas tuviste sexo -niega Regina con desagrado- Oh, casi lo olvido... tarta de manzana y caramelo, un regalo de bienvenida -susurra entregándole la tarta-
— Gracias, Regina -agradece Addison-
— De nada, Addison... Bueno, me iré adentro -informa la rubia- La próxima que vayas a dar un show desnuda asegúrate de cerrar las ventanas y no desafinar tanto -suplica con burla-
Addison sonrió falsamente y se fué.
Sin dudas tener a esa pelirroja como vecina sería un espectáculo constante.
[Lawyer not liar]
— Regi, no puedes querer conquistar a una persona que a penas viste -niega Charlotte-
— Char, claro que puedo -contradice Regina mezclando su café-
Las hermanas King estaban en el hospital Ambrose, Charlotte era la jefa y Regina era la abogada del hospital.
Aún así ella tenía su propio estudio jurídico. Regina King era conocida en todo California como "La abogada del Diablo", a lo largo de su carrera jamás había perdido un caso, hacia hasta lo imposible por ganar todos los juicios, lo que le había dejado un dineral a su paso.
— ¿Cómo se llama? -cuestiona su hermana-
— Addison, es pelirroja, metro ochenta, aproximadamente sesenta kilos, unos treinta y dos o treinta tres años... -describe-
