𝐋𝐚𝐰𝐲𝐞𝐫 𝐧𝐨𝐭 𝐋𝐢𝐚𝐫

4

Le picaba la nariz. Se rascó la nariz y le seguía picando, cuando abrió los ojos vio que se trataba del pelo de Addison. No sé preocupo por estar desnuda, pero si por qué hora era. Era temprano.

— ¿Qué hora es? -pregunta Addison adormilada-

— Las cinco de la mañana... -responde Regina dejándose caer en la cama- solo dormimos una hora y media -comenta frustrada-

— ¿Valió la pena? -cuestiona Addison-

— Obvio -asegura Regina-

Se acercó a ella para darle un beso, poco a poco Regina se subió arriba de ella. Comenzó a bajar sus besos hasta el vientre de Addison y volvía a subir. La pelirroja solo jadeaba y Regina disfrutaba de eso, un poco de sufrimiento en el sexo jamás estaba de más. Para hacerla sufrir más comenzó a bajar los besos hacia su monte de Venus y otra vez quedaba ahí, no llegaba más lejos.

— ¿Vas a torturarme mucho más? -cuestiona Addison impaciente cuando Regina llegó nuevamente al monte de Venus-

— Todo lo que sea necesario -responde Regina desde abajo-

Quería subir el volumen y hacer ilusionar a la pelirroja. Separó muy lentamente sus piernas y comenzó a besar desde la rodilla hasta casi llegar a su vulva, pero frenando ahí, sin ir más lejos.

— Regina, por favor -pide Addison en voz baja-

La rubia subió a darle un beso y volvió a bajar lentamente, dejando un camino de besos a su paso. Cuando concidero que Addison ya había sufrido demasiado volvió a abrir sus piernas y está vez posicionó su cara entre ambos muslos de la pelirroja, pero sin tocarla. La miro unos segundos y finalmente pasó su lengua por el exterior de su vulva, comenzó a jugar con su lengua por la intimidad de quién durante tiempo solo había sido una fantasía y ahora estaba desnuda frente a ella luego de una noche de pasión. Se puso a jugar con un dedo en la entrada de su cavidad vaginal, mientras mantenía la mirada fija en los ojos celestes grisáceos de la pelirroja, quien apretaba las sábanas con fuerza y luchaba consigo misma por no gritar.

Unos minutos después cuando los músculos de Addison comenzaron a tensarse y sus piernas a temblar, se separó de su vulva y se acercó juntando sus pechos, quedando frente a frente, sin dejar de analizar cada gesto de Addison introdujo dos dedos dentro de ella, los cuales ingresaron fácil dado la humedad que tenía. Addison dejo de apretar las sábanas para agarrarse de la espalda de su compañera a la cual le clavo las uñas y rasguño, haciendo que suelte un gruñido.

No necesito palabras para entender lo que la cara de Addison quiso decirle, si frenaba en ese momento perdería un orgasmo intenso. Minutos después el aumento de humedad el su intimidad, la relajación de los músculos y el grito de Addison le avisaron que había llegado a su orgasmo.

Buen trabajo, Regina.

— ¡Eres increíble! -exclama Addison con la respiración agitada- Podría estar así por horas... -confiesa-

— Lamentablemente la hora nos lo prohíbe así que no podemos -niega Regina- Pero ya sabes dónde vivo... -agrega levantándose de la cama envuelta en las sábanas-

Quedaron en que Regina llevaría a Addison a la práctica, cuando estaban en la puerta sintió la estupida necesidad de hacer un comentario.

— Addison -la llama desde dentro del auto- Ten un buen día -desea con una sonrisa-

Addison le sonrió poniéndose ligeramente roja y se despidió con un gesto de mano.

[Lawyer not liar]

_ Hoy no hace tanto frío ¿Por qué tienes el saco? -cuestiona Charlotte-

— Me queda bonito -justifica Regina-