Salió al trabajo con la esperanza de tener un día tranquilo, no quería más pleitos con Oceanside.
Al entrar al hospital sintió como un cuerpo choco contra el suyo. Era una doctora nueva, aparentemente.
— ¿Mack? -consulta asombrada al verla- ¡Mack! -afirma-
— ¡Gina! -exclama la mujer de cabello castaño intentando abrazarla pero la rubia se resistió- ¿A esto te dedicas? ¿Trabajas aquí? ¿Abandonaste un estudio jurídico de millones y millones de dólares por esto? -cuestiona-
— No lo abandone, lo dirijo a la distancia -corrige comenzando a caminar sin rumbo por los pasillos del hospital- ¿Y tú, abandonaste un puesto privilegiado en mi estudio jurídico de millones y millones de dólares por jugar a los doctores? -pregunta entre la burla y el desprecio-
No subestimaba el trabajo de los doctores, pues su hermana y su enamorada lo eran.
— ¿Puesto privilegiado? -alzo una ceja y Regina sonrió pícaramente- Bueno, podría conciderarlo así ya que lo mencionas, da igual... Y si, decidí que ser doctora me agrada más pero por lo visto nos veremos...
— ¡Jones! -la voz de Charlotte resonó por los pasillos- ¡A urgencias, ya! -ordena- Y tu a mi oficina -susurra en dirección a su hermana-
Una vez dentro de la oficina Regina observo fijamente a su hermana esperando que al menos una oración saliera de su boca.
— ¿Ya estás ligandote a la nueva? ¿Se te fue el capricho por la pelirroja? -cuestiona confundida-
— Es Mackenna Jones, mi ex secretaria, compañera, amante... -comenta haciendo ademanes- Desde mi separación de Lorraine que no la veía, solo era una charla de viejas amigas...
—"Lorraine Hudson, un placer conocerte, bitchyblondie"
— Que Addison no se entere -fue lo último que dijo Charlotte antes de dejar sola a su hermana-
— Addison no va a enterarse de nada a menos que yo quiera -asegura Regina al aire-
[Lawyer not Liar]
Esa noche Regina y Mackenna decidieron salir a beber algo, celebrando su reencuentro. Regina se llevó una sorpresa al ver a Addison teniendo lo que parecía ser una cita con un hombre.
— ¿Que sucede? -cuestiona Mackenna, al ver que su amiga no respondía busco con la mirada aquello que observaba fijamente- ¿Es tu chica? -inquirio-
— Era -corrige- Dejo de serlo hace cinco minutos...
Addison vio a Regina y analizo todo su outfit, la rubia vestía una blusa estampada de serpiente, un pantalón blanco y unas botas a juego con la blusa. Mackenna al notarlo tomo la mano de Regina, sabía que ella hubiera hecho lo mismo.
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— ¿Quieres que volvamos a los viejos tiempos? -propone la castaña- Te noto estresada, puedo ayudarte a que ya no lo estés su quieres... -susurra sobre su oido-
— Iré al baño, último cubículo, te espero ahí -susurra Regina deslizando su mano por la espalda baja de Mackenna hasta llegar a su trasero- No es una propuesta, es una orden -dejo un apretón y se alejo-
[Lawyer not Liar]
A la mañana siguiente Charlotte y Regina entraron a la práctica privada Oceanside con una sonrisa, habían recibido buenas noticias.
— Supimos que hay buenas noticias ¿Rescataron un bebé? -cuestiona Charlotte-
— ¿Que tal está? -pregunta Regina-
— Si, es una niña muy saludable y hermosa -responde Cooper-
— ¿Que sucede exactamente cuando Servicios Sociales se la lleva? -inquirio Addison-
— Está fuera de nuestras manos. Pasa a cuidado tutelar mientras empiezan el proceso de adopción -responde Regina-
La bebé comenzó a llorar y Addison la saco de la habitación.
Regina sonrió con nostalgia recordando la cara de esa bebé sin nombre, los recuerdos la invadieron pero sacudió la cabeza y salió de la sala ella también.
[Lawyer not Liar]
Addison observaba a través de su ventana a Regina quien bebía una copa de vino observando la luna. Finalmente se armó de valor y salió a hablarle.
— Oye -llama- ¿Podemos hablar? -cuestiona con duda-
— ¿Es necesario? -Regina responde con otra pregunta-
— Se lo que viste ayer y se que estuvo mal de mi parte, se supone que tenemos algo...
— Teníamos -interrumpe Regina- ya no lo tenemos
— Quiero estar contigo, quiero que tengamos ese algo especial nuevamente. Dame otra oportunidad -suplica la pelirroja-
— Si quieres otra oportunidad debes ganartela. Ahora vete de mi porche, debo dormir para trabajar mañana -sin despedirse cerró la puerta y apago las luces de su casa-
